FELIZ 2008: NI ROJO NI AZUL
Ni alianza de civilizaciones,
ni nación de naciones,
ni proceso de paz de los cojones,
que 2008 nos traiga
el tercer partido al Palacio de los leones.
Confiemos en que el 9 de Marzo muchos votantes recuerden por un lado lo que ha hecho -y hará- Zapatero, y lo que se verá obligado a hacer el PP pactando con los nacionalistas si quiere gobernar, por otro.
Ni rojo ni azul. Sólo la revolución magenta y naranja nos puede dar alguna esperanza.
Ciudadanos: ¡Feliz año nuevo 2008!
Pues bien, contra todo pronóstico la UPyD de Rosa Díez entró en las Cortes Españolas el 9 de Marzo de 2008 para defender desde la cámara de representación de todos los ciudadanos españoles precisamente eso, la libertad y la igualdad de todos los españoles ante la ley, un imperativo democrático -y constitucional- violado sistemáticamente por los nacionalistas, por el PSOE, y también por el PP al aprobar estatutos autonómicos basados en el neofeudalismo y la resurrección de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas).
UPyD con su defensa de la regeneración democrática y de la reforma de la constitución -que ha permitido la degeneración del Estado en una suerte de reinos de taifas confederados-, se ha situado en una posición transversal, más allá de la izquierda confederalista aliada con los secesionistas y de la inane derecha regionalista y neocaciquil, en la base de lo que es el liberalismo político: los derechos son de todos y cada uno de los ciudadanos, de las personas, nada de 'derechos de las piedras' (derechos de los territorios) ni 'derechos de los muertos' (derechos históricos). Y en la base fundacional de la democracia liberal, tanto caben los neoliberales como los socialliberales, tanto cabe la derecha moderada como la izquierda templada, tanto caben los creyentes como los ateos, porque lo importante es defender los principios y valores de la democracia, y lo secundario las recetas coyunturales del día a día.
Las encuestan muestran el irresistible ascenso de UPyD, partiendo como partió de la nada y del cerco político, mediático y financiero. Las elecciones del 2009 lo demostrarán, las generales del 2012 convertirán a este nuevo partido en la bisagra decisoria para un gobierno español no chantajeado por los nacionalistas, y hasta es posible que un día la bisagra se convierta en alternativa.
Porque entre la "España de charanga y pandereta" de Zapatero y la "España de cerrado y sacristía" de Rajoy existe la tercera España, la que ha logrado implantar un embrión en la Cortes como promesa de un 'tercer partido' nacional, progresista pero no progre, liberal pero no carca, que luche por lo que nos une a todos, y atraiga a miles y miles de españoles que todavía votan a una de las dos Españas que nos hielan el corazón.
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