17 enero 2009

EL EJE NACIONAL-SOCIAL-ISLAMISTA


Tengo para mí que el mundo se encamina hacia la tercera guerra mundial, aunque no a corto plazo, y ya puedo avistar en el horizonte el nuevo 'triple eje' que dinamitará nuestra sociedad occidental. No se trata del eje Berlín-Roma-Tokio, todo él integrado ahora en la sociedad abierta, sino del eje que se está formando entre Moscú, Teherán y Caracas, los tres polos emergentes del totalitarismo, más allá del gigante totalitario -de momento adormilado- que es China.

La triple tenaza se va acercando poco a poco al corazón de Occidente. Como metástasis cancerígena que es, lo hace lenta y pausadamente, sin que el organismo sea consciente de ello hasta que ya no haya remedio por la invasión absoluta de las células sanas. Recordemos lo que ocurrió con la caída del Imperio Romano, que cuando los bárbaros llegaron a Roma otros bárbaros, los mismos romanos putrefactos, les abrieron las puertas.

En efecto, somos nosotros los occidentales, fermentados y podridos por el irracionalismo, el superficialismo, el particularismo, el muticulturalismo, el relativismo, el pacifismo y tantos otros 'ismos' descomponedores de la sociedad libre, los que estamos abriendo las puertas a los nuevos bárbaros, nuevos salvajes que cabalgan a lomos del nacionalismo, del socialismo y del islamismo.

La rica y próspera Europa contempla narcotizada por el opio del buenismo y del pacifismo cómo el nacionalismo ruso, con sus ciudadanos en la miseria pero con las dos castas coaligadas de políticos y oligarcas montados en la riqueza más absoluta que es su poderío energético, ha dejado a muchos países sin energía bajo una ola de frío polar, con muchos europeos muriendo literalmente de frío. Pero la UE apenas se atreve a dar unas palmaditas de respeto al dictador Putin. Increíble. Ahí tenemos la barbarie con rostro nacionalista.

También la rica y próspera Europa se manifiesta a favor del terrorismo palestino y contra el Estado democrático de Israel, olvidando que no son los ultraortodoxos judíos ni los ultranacionalistas del Likud los que invaden Gaza, sino una coalición de liberales y laboristas, que se enfrentan a una chusma de fanáticos, criminales y terroristas palestinos que han tomado como rehenes y escudos humanos a mujeres y niños. Arriba en el norte de Belfast hemos visto a asesinos en serie etarras como De Juana Chaos manifestarse a favor de la paz (sic) y contra el genocidio (sic) israelí, pero aquí en el sur hemos visto a un cretino como Saura, ministrillo del Interior de la generalidad catalana, participando en una manifestación contra los demócratas judíos, de la mano de terroristas con pistola en mano y quemando banderas de naciones democráticas como las de los Estados Unidos e Israel. Pero todos estos necios que han sacado la bestia antisemita que llevan dentro, y todos los compañeros de viaje y tontos útiles que les acompañan, olvidan que los terroristas de Hamas no son más que peones a sacrificar por el 'rey islámico' que juega su partida de ajedrez contra el satán occidental, esa teocracia de Irán que se propone destruir la diabólica democracia liberal para implantar la 'sharia'. La barbarie con rostro islamista.

Y desde la América Latina el 'socialismo del siglo XXI' de Chávez y sus satélites comprados a base de petróleo, el totalitarismo de siempre basado ahora en el indigenismo socialista, muestra su auténtica faz, cerrando pactos y acuerdos con los nacionalistas rusos y con los islamistas de Teherán. Y rompiendo relaciones con Israel para demostrar de parte de quién están. La barbarie con rostro socialista.

La triple alianza nacional-social-islamista va acercando la tenaza, los bárbaros están cabalgando hacia nosotros, pero será difícil que defendamos nuestras posiciones, nuestra democracia liberal de doscientos años de vida. No porque ellos sean más fuertes que nosotros, sino porque nosotros ya tenemos a los bárbaros dentro. Somos nosotros mismos convertidos en débiles criaturas incapaces de levantar los valores que nos dieron vida: la libertad, la igualdad, los derechos del hombre y del ciudadano, el universalismo, el racionalismo, el imperio de la ley, la intolerancia con los intolerantes, la justicia para los criminales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente análisis.