10 enero 2014

FELIZ NUEVO AÑO DE 1714

¡Feliz Nuevo Año de 1714, conciudadanos de Cataluña!

Mientras en el resto de España y de Occidente se celebra la entrada en el año 2014, aquí, en Cataluña, y a cuenta de la reacción nacionalista catalana que quiere volver a los privilegios neofeudales del 'ancien régime', regresamos en el tiempo al año de la peste, a 1714.

Desgraciados que somos; pero no por una maldición bíblica, sino porque la mayoría de la sociedad catalana lo ha votado así. Hay que reconocer que el virus de la mente del nacionalismo, el peligroso meme viral del nacionalismo, ha parasitado a la mayoría de la ciudadanía de Cataluña, y como pasó en Alemania en los años treinta, en los Balcanes en los noventa, y en tantos otros tiempos y lugares, nos dirigimos hacia el abismo.

Naturalmente esto no sería un problema si existiera de verdad el Estado en España, si hubiera un Poder Judicial independiente, y sobre todo si hubiera un presidente de gobierno que hiciera cumplir las leyes y la Constitución, algo que juró hacer pero que obviamente no cumple. Ni el actual del PP, ni el anterior del PSOE.

Así que el problema no está en Cataluña, como no está en el País Vasco, sino en Madrid, en el gobierno central. Y por tanto la solución al problema sólo puede estar en un sitio. No está en Cataluña, está en Madrid. Pero para ello necesitamos un gobierno nacional. O lo que es lo mismo, uno o varios partidos auténticamente nacionales.

Sin olvidar que 'nacional' es lo contrario a 'nacionalista', su inflamación patológica, como 'macho' lo es respecto a su degeneración 'machista'.