Somos muchos, más de los que dicen las encuestas, como pasó con las autonómicas catalanas en 2006 y la 'sorpresa Ciutadans', los que votaremos por el proyecto de la 'tercera España', de la regeneración democrática, del fortalecimiento del Estado frente a los que lo quieren destruir, de la reforma de la constitución y de la ley electoral, de la auténtica separación de los tres poderes, del blindaje nacional de competencias básicas para la igualdad de todos los ciudadanos como la educación, la hacienda y las infraestructuras.
Desgraciadamente y por razones humanas, demasiado humanas, UPyD y Ciutadans no han podido fusionarse o coaligarse antes de estas elecciones generales, y su división amenaza con hacer perder parlamentarios debido a la actual ley electoral, que privilegia injustamente a los partidos nacionalistas y que castiga inicuamente al tercer partido nacional, como le pasa a IU.
Uno todavía espera que antes del 9 de Marzo la sensatez, y especialmente la conciencia de ser necesarios sacrificios personales y partidistas en aras de un único proyecto reformista imprescindible para la España del 2008, hagan que los dirigentes de UPyD y Ciutadans anuncien retiradas de candidaturas allí donde electoralmente sea mutuamente beneficioso.
Si no es así, los propios ciudadanos que optamos por la 'tercera España' lo haremos. Por ejemplo, y a la vista de lo que dicen algunos sondeos y proyecciones, parece que UPyD podría sacar dos diputados por Madrid, uno por Valencia y otro por Sevilla; Ciutadans podría obtener su escaño por Barcelona. Pues bien, los ciudadanos por la regeneración democrática podemos votar masivamente por Ciutadans en Cataluña, y por UPyD en el resto de España.
Donde no llegan los políticos, hemos de llegar los ciudadanos.