21 julio 2007

LA MUERTE DEL OLIGARCA


La noticias se acumulan en los teletipos. Mientras los media se focalizaban en la crisis del PP catalán, saltaba la sorpresa del secuestro (sic) de una revista satírica. Y cuando estaban debatiendo semejante disparate, emerge la noticia realmente relevante y que puede marcar el destino de los españoles de una forma importantísima.

Decíamos que, tras la crisis de 'Ciutadans', que ha acabado en una nueva dirección homogénea, un nuevo ideario ideológicamente más definido y coherente, y el abandono del partido por la puerta de atrás del líder fugaz del sector crítico, entraba en crisis el otro partido no nacionalista de Cataluña, el PPC, con la renuncia de su presidente Josep Piqué. Este partido ha reaccionado con celeridad y ha nombrado a Daniel Sirera como nuevo líder. Un hombre que no participa del filonacionalismo de Piqué, y que puede definir también al PP en el ámbito del no nacionalismo de una manera contundente, como Ciutadans, de forma que la resistencia al nacionalismo obligatorio catalán puede fortalecerse con dos partidos firmes, uno a la derecha, el PPC, y otro a la izquierda, C's.

Y decíamos también que un presidente prohibicionista, que lanza a un Fiscal General talibanizado, que encuentra al juez más inepto e inútil de la historia de España, el famoso por su probada estulticia e incapacidad juez Del Olmo, provocaban un escándalo mundial sin precedentes que afectaba a la familia real. Porque no se puede convertir una revista divertida pero zafia, en base a una viñeta idem, que pasaría inadvertida para la mayoría de los españoles, en un sedicente delito, con el consiguiente 'boom mediático' a escala mundial. Sólo un trío como el arriba indicado puede convertir una viñeta discutiblemente graciosa en primera página de los media a escala mundial. ¿No se han enterado de que en el siglo XXI existe Internet?

Pero la noticia que puede marcar un nuevo rumbo para los españoles es la muerte de Jesús Polanco, el hombre más poderoso de España, el oligarca dueño del complejo empresarial-mediático-político que marca la política española desde hace décadas. Polanco tenía un partido a sus órdenes, el PSOE, y fue él quien, asustado por la mayoría absoluta del PP en el 2000, marcó una nueva estrategia para el PSOE: deriva confederalista, alianza con los secesionistas y negociación con la ETA, en una palabra, demolición de la constitución del 78 con objeto de asegurarse el poder de los restos de España y encerrar al PP en la oposición perpetua.

Polanco, que amasó su fortuna bajo la dictadura de Franco gracias a que fue el único editor de libros de enseñanza que 'se enteró a tiempo' de una nueva ley de educación, franquista convencido con Franco y mentor de la sedicente 'izquierda divina' con la democracia, muere como el Caudillo, pensando que 'lo deja todo atado y bien atado': Su hijo al mando del complejo oligárquico, y su plumilla Juan Luis Cebrián como ideólogo de cabecera para marcar la política del PSOE.

A Franco su legado le salió mal, y los que le habían jurado lealtad arrodillados ante los principios fundamentales del Movimiento, impelidos por el principio de realidad, dieron la vuelta como un calcetín a su régimen. ¿Pasará algo parecido con el legado de Polanco?

08 julio 2007

IZQUIERDISTAS Y LIBERALES


No comparto la visión reduccionista de algunos medios de comunicación sobre las batallas internas de 'Ciutadans'. No es verdad que hayan triunfado en el congreso los izquierdistas sobre los liberales, empezando porque la lista alternativa a la oficialista de Albert Rivera consistía en una alianza de liberales e izquierdistas, y el mismo presidente electo de C's nunca se ha significado como un preclaro izquierdista.

La definición del ideario remozado de este partido como ocupante de un espacio de centro-izquierda, haciendo mención de las tradiciones liberalprogresista y socialdemócrata, no ubica al partido en un punto de la izquierda, sino que abre el campo desde el centro hasta la izquierda, lo que siempre fue Ciutadans y lo que siempre definieron sus intelectuales impulsores, aunque alguno ahora lo niegue.

Los que han perdido el congreso lo han hecho principalmente por una razón, por amalgamarse con gentes de un perfil peligrosamente autodefinido como liberal y transversal, pero que recuerda mucho más a los nacionalismos populistas que emergen por Europa como el sedicente partido liberal de Haider en Austria, o el sedicente partido transversal del asesinado Fortuyn en Holanda. Son las mismas gentes que reventaron la campaña electoral con las filtraciones a la prensa de Mario Acosta, o que están tratando de dinamitar a C's en la blogosfera con el patético y ridículo blog de Ubú. En mi opinión nunca determinados izquierdistas y los liberales de verdad debieron mezclarse con estas gentes, que lo mejor que pueden hacer es abandonar un partido democrático y no nacionalista como pretende ser Ciutadans.

Los liberales progresistas han denunciado la añagaza. Y David Ballota lo explica con mucho detalle en su blog.

Y miembros significados del partido, tan significados como que son los dos diputados que acompañan a Rivera en el 'Parlament', no presentes en la lista oficial de éste pero con más de quince años de resistencia en primera línea contra el nacionalismo obligatorio catalán, uno desde su apoyo exterior a los vencedores y otro desde su posición crítica, demuestran que Ciutadans tiene futuro. José Domingo se explica aquí, y Antonio Robles lo hace aquí.

06 julio 2007

CIUDADANOS

Por fin este neonato partido celebró su congreso extraordinario y aprobó una actualización de su ideario y sus estatutos. El ideario de Ciutadans es público y se puede leer en su web.

Esa es la buena noticia, porque con este documento se explicita su posicionamiento de centro-izquierda, su anclaje en las tradiciones del liberalismo progresista y el socialismo democrático, y se cierra el paso a los que habían entrado en este partido disfrazados con el traje de lagarterana 'transversal' para esconder sus vergüenzas de la eterna derecha que se define como 'ni de derechas ni de izquierdas' y que gira en torno a otro nacionalismo tan rechazable como el segregacionista cual es el nacionalismo españolista.

La mala noticia es que al parecer los enfrentamientos personales se han recrudecido y acrecentado, y está por ver si el partido se une ahora una vez elegidas la nueva ejecutiva y el nuevo Consejo General. No es malo que algunos extremistas desde la izquierda y desde la derecha se vayan de Ciutadans, pero sería lamentable que el partido se escindiera en dos partes como amenazaron algunos al conocerse los resultados del 'cónclave ciudadano'.

Sorprende que la ejecutiva saliente encabezada por Albert Rivera recibiera diversos votos de castigo en el congreso, y que al final y con listas abiertas su candidatura copara casi el 100 % de los puestos; pero ello indica que la alternativa no acababa de convencer y sobre todo que se presentó muy dispersa e indefinida. Pero los ganadores no deberían olvidar que ha quedado mucha gente muy válida y con décadas de combate contra el nacionalismo obligatorio catalán fuera de los órganos de poder, y que son necesarios para desarrollar el 'proyecto Ciudadanos'. Los diputados Antonio Robles y José Domingo son su paradigma, que no los únicos.

Después del fracaso electoral en las elecciones municipales y de las críticas en el congreso, Albert Rivera y su equipo tienen una nueva y probablemente última oportunidad: suturar la fractura entre los miembros del partido, desarrollar su programa político basado en su claro y flamante ideario, converger con la plataforma que a nivel nacional impulsa Basta Ya, y trabajar de forma eficaz por medio de su renovada y cohesionada comisión ejecutiva.

Albert Rivera ha demostrado a pesar de su juventud ser un 'animal político' en el mejor sentido de la palabra, y tanto su estrategia congresual como su capacidad organizativa han sido muy buenas. Confiemos en que ahora transfiera esa gran capacidad política hacia afuera, hacia los ciudadanos de a pie que esperan ver emerger en toda España el 'tercer partido', el partido de los ciudadanos libres e iguales para la 'tercera España'.