¿Verdad que es inimaginable? Y mucho menos que lo hicieran cuando está a punto de producirse la sentencia, con inequívoco ánimo de amenazar y chantajear al magno tribunal con poco menos que una revolución popular. Pues eso es lo que llevan haciendo todo el verano los gobernantes del tripartito catalán, los capos de ERC e ICV de forma manifiesta y grosera -es su estilo- y el 'president' Montilla y el PSC de manera taimada y sibilina -es su naturaleza-.
Es cierto que el Tribunal Constitucional es un órgano corrupto que ha dado días de infamia a la democracia española, como cuando recientemente revocó al Tribunal Supremo y permitió la comparecencia de ETA a las elecciones europeas; es cierto que lleva tres años sin atreverse a dictaminar el obviamente inconstitucional estatuto catalán por presiones políticas del gobierno y de los poderes fácticos de los neocaciques catalanes; pero también es cierto que los magistrados están divididos y pretenden al menos dar una sentencia 'política' que trate de contentar un poco a todos, que sea un galimatías que provoque futuros e indefinidos conflictos pero que no se oponga a la reforma encubierta y a traición de la constitución que perpetró Zapatero con la ayuda de CiU.
Y los nacionalistas catalanes no están dispuestos de ningún modo a recibir esas 'pequeñas collejas' que les podrían dar, ni que se hicieran 'comentarios de texto' a lo que es su razón inconstitucional de ser, la almendra de su estatuto: que Cataluña es una nación y que tiene soberanía para pactar bilateralmente con el gobierno de Madrid.
Como colofón, si los 'golpistas' catalanes necesitaban alguna ayuda del gobierno central, ahí ha saltado al ruedo el socialista campeón de todos los engaños y de todas las infamias, el que negaba los asesinatos del GAL defendiendo al gobierno de González, y el que dio un 'golpe de estado mediático' el 13 de Marzo de 2004 para encumbrar a Zapatero a la Moncloa: ahí está Alfredo Pérez Rubalcaba dando la última vuelta de tuerca en el potro de tortura a los magistrados 'rebeldes' y amenzándoles no se sabe con qué. "España no puede ir contra el parlamento catalán" dice el rasputín socialista.
España, el Tribunal Constitucional de España, no sólo puede sino que debe ir contra toda decisión de cualquier gobierno y de cualquier parlamento que viole la constitución. No hacerlo sería aceptar un golpe de estado. Sencillamente.
2 comentarios:
Para ver hasta que punto ha llegado el nacionalismo, es como han ido adquiriendo fanatismo, desde el economísta Sala i Martín, pasando por Carles Boix, Antoni Argandoña y otra profesor la más radical de la tribu que he visto desde Rovira, Elizenda Paluzie (esta profesora se las trae, adoctrina como pocos en la universidad, obsesionada con su antiespañolismo a los alumnos, con meter en cataluña y su futuro país para ella a la comunidad valenciana y Baleares) http://www.ub.edu/dpteco/webcat.HTM, http://www.ub.edu/dpteco/mycountry.htm, http://blocs.mesvilaweb.cat/elisendapaluzie.
El post muy bueno, ya sabemos lo democrata que es Rubalcaba, los GAL no existían.
Que fuerte, habéis visto lo del fraude de ciudadanosenlared ya no podemos confiar en nadie
http://upyd.foroactivo.net/off-topic-f1/cuidado-el-fraude-de-ciudadanos-en-la-red-su-foro-oculto-te-miran-la-ip-y-la-mentira-de-su-democracia-y-libertad-t1224.htm
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