Como todos los 11 de Septiembre, falseando la historia de manera grosera y soez, los nacionalistas catalanes han salido a la calle para exaltar con ardor la pasión nacionalista y adormecer la razón democrática, como han aprendido del pionero en estos menesteres, Adolf Hitler.
Este año, crecidos porque ya no son unos pocos energúmenos los nacionalistas que quieren imponer su 'santa inquisición catalanista', sino que son los propios gobernantes de la autonomía los que proclaman sin ambages su disposición a la sedición contra el Tribunal Constitucional y al golpe de Estado si es necesario, han organizado un akelarre catalanista en toda regla.
Y en él ha resultado especialmente obsceno el protagonismo de Joan Laporta, un presidente del Barça que ya se ha quitado la careta y ha mostrado su intención meditada de asaltar el mundo de la política y llegar a ser algún día el presidente de la República Catalana.
Pero lo más hediondo y sicalíptico ha resultado ser esa especie de rito de apareamiento entre el culé Joan Laporta y el terrorista sin arrepentir de Terra Lliure Frederic Bentanachs.
Vomite después de haber visto el video.
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