La semana que comenzaba con una buenísima noticia, como es la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Europa justificando y ‘bendiciendo’ la Ley de Partidos que permite ilegalizar a los aparatos políticos de organizaciones terroristas como ETA, se ha torcido definitivamente con la prevista pero no por eso menos infame declaración de independencia unilateral y anticonstitucional en materia educativa por parte del Parlamento de Cataluña.
Ley inconstitucional porque otorga poderes a la Generalitat que no tiene ni puede tener, pero sobre todo porque institucionaliza ‘de iure’ lo que ya era una realidad ‘de facto’, la infame prohibición para los ciudadanos de Cataluña de educar si lo desean a sus hijos en nuestra lengua común, la lengua española.
Esta ignominia muestra a las claras la necesidad de llevar a cabo una reforma que ningún partido sedicientemente nacional se atreve a propugnar salvo UPyD: la devolución de un pilar fundamental de la democracia como es la Educación a la competencia del Estado, único garante de la igualdad de los ciudadanos.
Por último, no olvidemos que esta ominosa Ley de Educación de Cataluña es un desarrollo del inconstitucional estatuto de autonomía aprobado hace tres años, y que sigue vigente desde entonces porque un órgano absolutamente corrupto, el Tribunal Constitucional, no se ha atrevido a dictaminar la evidencia jurídica. Por cierto, el mismo corrupto TC que ha quedado con sus púdicas vergüenzas al aire con la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, porque ésta altísima institución justifica la prohibición de que se presenten los terroristas a las elecciones, cosa que acaba de permitir para los comicios europeos el obsceno tribunal dirigido por María Emilia Casas.
Ley inconstitucional porque otorga poderes a la Generalitat que no tiene ni puede tener, pero sobre todo porque institucionaliza ‘de iure’ lo que ya era una realidad ‘de facto’, la infame prohibición para los ciudadanos de Cataluña de educar si lo desean a sus hijos en nuestra lengua común, la lengua española.
Esta ignominia muestra a las claras la necesidad de llevar a cabo una reforma que ningún partido sedicientemente nacional se atreve a propugnar salvo UPyD: la devolución de un pilar fundamental de la democracia como es la Educación a la competencia del Estado, único garante de la igualdad de los ciudadanos.
Por último, no olvidemos que esta ominosa Ley de Educación de Cataluña es un desarrollo del inconstitucional estatuto de autonomía aprobado hace tres años, y que sigue vigente desde entonces porque un órgano absolutamente corrupto, el Tribunal Constitucional, no se ha atrevido a dictaminar la evidencia jurídica. Por cierto, el mismo corrupto TC que ha quedado con sus púdicas vergüenzas al aire con la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, porque ésta altísima institución justifica la prohibición de que se presenten los terroristas a las elecciones, cosa que acaba de permitir para los comicios europeos el obsceno tribunal dirigido por María Emilia Casas.
1 comentario:
lo veo difícil, pero ojalá la gente recupere la cordura y exista algún día esa Cataluña del Capitán Trueno con la que sueñas.
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