MAL MENOR EN EL PAÍS VASCO

Creo que hay mucho ingenuo que piensa que el ominoso acuerdo entre el PSE y el PP vasco va a traer la libertad y la igualdad a la comunidad vasca. Y digo ominoso porque es un pacto vergonzoso y vergonzante, donde una fuerza política impone a otra que le vote para formar un gobierno sin ofrecer una coalición. El PSOE no se avergüenza de coaligarse con separatistas y extremistas de izquierda en Cataluña, Galicia o Baleares para gobernar cediendo muchas y decisivas consejerías a los enemigos de España, pero sí lo hace de ofrecerlas a un partido democrático.

Para comprender por qué digo ingenuo, no es necesario recordar la política de Zapatero, su cordón sanitario del Tinell, su negociación con ETA, en fin su alianza estratégica con los nacionalistas de todo pelaje.

Basta con ver la fotografía del acuerdo. Ahí tenemos al joven pepero Oyarzábal, un fiel seguidor de la teoría de 'ser simpáticos con el nacionalismo'; al no tan joven Barreda, mano derecha de María San Gil hasta que ésta fue 'pasada por las armas' del ejército marianil y a partir de ahí se ha dedicado a difamarla en el libro de la totalitaria María Antonia Iglesias; al socialista Ares, mano derecha de Redondo Terreros hasta que le cortó la cabeza y se injertó como mano derecha de López; y finalmente a Eguiguren, conocido no sólo por sus múltiples negociaciones con ETA, sino por su afirmación de que seguirá negociando con los terroristas hasta el fin -es decir, hasta que ETA consiga sus objetivos totalitarios-.

¿Con estos mimbres se puede hacer un cesto? No seré yo quien niegue que es un gran avance para los vascos que el PNV después de 30 años de democracia en España y de 'dictablanda' en el País Vasco ceda el gobierno a los socialistas; lo es sin duda. También es un gran avance que el parlamento vasco sea presidido por un miembro del PP. Pero de ahí a decir que este gobierno autonómico socialista va a devolver la Constitución al País Vasco, y la libertad y la igualdad para todos los ciudadanos, hay un gran trecho. Lamento traer malas noticias, pero lo dije desde el primer día, este gobiernito no será nacionalista, pero tampoco constitucionalista: será 'mediopensionista', que es la esencia del charlatán de feria Zapatero.

Es un mal menor para los vascos. Se trataba, como siempre, de repartirse los cargos. Lo explica muy bien Rosa Díez en su blog, al aire del voto en blanco del diputado Maneiro:

"Estamos encantados de que Arantza Quiroga, militante de uno de los partidos que más ha sufrido en Euskadi, sea la nueva Presidenta del Parlamento Vasco. La nueva Presidenta tendrá toda nuestra ayuda y todo nuestro apoyo para dirigir la Cámara con respeto a la pluralidad y a la ley. Pero quien ha decidido hacerlo sumando partidos en vez de sumar voluntades que no espere adhesiones personales de nosotros. Esto es la política, no una nueva religión. Actuaremos en Vitoria como lo hacemos en Madrid: escucharemos las propuestas políticas y las apoyaremos o no en función de su utilidad para resolver los problemas de falta de libertad, de seguridad, de cohesión y de futuro para los ciudadanos de nuestro país. Pero que nadie crea que puede comprometernos sin comprometerse con nosotros. La democracia es diálogo, es respeto, es debate de ideas; sin eso no hay política. Mal asunto si también en el País Vasco la política va a ser sustituida por la aritmética."