13 enero 2008

CIUDADANOS NORMALES


Entre las muchas cosas acertadas que dijo ayer Rosa Díez en la presentación de los 700 candidatos de UPyD a las elecciones generales y andaluzas, está aquello de que "No queremos ser una sociedad normalizada, ni política ni lingüísticamente; queremos ser una sociedad normal".

Ese es el espíritu por el que nació en Cataluña el movimiento cívico y luego partido político Ciutadans, y ese es un espíritu imparable -a pesar de todo y de todos- en la España posmoderna de Zapatero. Ciudadanos que no se resignan a ser mangoneados por los partidos oligárquicos, y mucho menos por los que además defienden privilegios locales de unos españoles frente a otros. Ciudadanos que quieren ser normales y no normalizados, que piensan que lo importante es la persona y no su origen, su identidad, su cultura, su religión o su ideología. Ciudadanos sin complejos. Y como dijo Savater: "Estamos aquí para quedarnos".

Es una lástima que UPyD y Ciutadans no hayan tenido tiempo ni voluntad de fusionarse o al menos coaligarse de cara a estas elecciones. Pero el movimiento cívico es el mismo, y aunque se pierda algún diputado por el camino debido a las vanidades y rencores personales, tarde o temprano tendrá frutos parlamentarios. Frente a los agoreros como el diario 'Público' de los amiguetes de Zapatero que dicen que no sacarán ni un parlamentario, habrá que recordar que nadie daba un euro por Ciutadans en las elecciones catalanas de 2006, ninguna encuesta les daba ni siquiera un escaño, y lograron no uno, no dos, sino tres diputados.

La tercera España, la España cívica, la España progresista pero no progre, la España liberal pero no carca, la España de los que defienden lo que nos une por encima de intereses partidistas y localistas, emergerá más pronto que tarde en este país en disolución. Como germinó en 1812 gritando "viva la Pepa" y pariendo la primera constitución moderna y democrática de este país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta la descripción que haces de la "Tercera España".

La verdad es que todo (bueno, casi todo) lo que desprende UPyD es muy positivo. No se le puede pedir más en tres meses y pico. La dirección y las bases se han puesto las pilas de verdad y están trabajando muy bien.

Muchas de sus propuestas son muy positivas. Reducir gasto, bajar impuestos, más independencia al CGPJ y al TConstitucional, clarificar las competencias de las autonomías, poner coto a las locuras nacionalistas, acabar con el "pufo" vasco y los privilegios del régimen foral navarro, etc.

Ojalá algún día converjan UPyD y Ciutadans. Quizá si obtuvieran ambos representación en el Congreso y se ven necesitados de unirse para formar grupo parlamentario...