15 marzo 2009

SE ACABÓ LA FIESTA


Tengo para mí que si alguna esperanza nos queda de que España vuelva a ser una nación de ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes no será a causa de un convencimiento ideológico de la actual mayoría ciudadana sino de la crisis económica.

Si alguna esperanza nos queda de que los vientos de cambio que soplaron el 1-M en Galicia y País Vasco pueden acabar derribando la estrategia social-nacionalista de Zapatero es por la crisis económica.

En efecto, esa mayoría buenista, pacifista, multiculturalista y cantonalista conformada por el PSOE y todos los 'ismos' posmodernos -secesionismos, regionalismos, poscomunismos, filoislamismos-, en definitiva, esa mayoría que podemos llamar 'neohippie' se basaba en la cultura de nuevos ricos que había inflamado la anteriormente mísera España. Sólo los ciudadanos que no sienten el estómago gruñir de hambre pueden dedicarse a votar a un vendedor de crecepelo como ZP. Al igual que en el anuncio de TV los españolitos enriquecidos vibran con los cánticos de 'paz y amor', pero tienen 'el plus en el salón'.

Con la depauperación que invade España, el insostenible Estado en que ha degenerado la Constitución del 78 de la mano de la alianza social-nacionalista puede verse abocado a su fin. En tiempos de bonanza económica, los españolitos podían jugar a tener 18 Estados, con sus millones de funcionarios, sus diversas policías -las más eficaces peor pagadas que las de la 'señorita Pepis'-, sus miles de coches oficiales con chofer incorporados, sus corruptelas multiplicadas por 18, sus 'embajadas autonómicas' por todo el mundo subvencionando a los indios, etc.

Los nuevos ricos que votaban al neohippie ZP del 'paz y amor' no pueden seguir pagando 'el plus del salón', y es posible que empiecen a negarle el voto y se lo den a aquel político que sea capaz de decir las verdades del barquero, sin complejos y con valentía: se acabó la fiesta. O regeneramos la democracia española, reformamos la constitución y racionalizamos el Estado de las autonomías, o nos vamos todos al garete.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Regenerar y racionalizar?

¿Y quién le va a poner el cascabel al gato?