24 noviembre 2007

NACIONALISMO CAPRINO Y SOCIALISMO OVINO


La política de Zapatero de conseguir el poder y mantenerlo mediante una alianza con los nacionalistas periféricos, a base de hacer más y más concesiones sin límite, puenteando no sólo la Constitución del 78 sino la ciencia política -"la nación es un concepto discutido y discutible" Zapatero dixit-, no ha conducido como es lógico a un amansamiento de la 'fiera nacionalista' sino que las migajas conseguidas le han abierto el apetito y nos muestra ahora sus enormes fauces.

En efecto, el nacionalismo no es una ideología política, sino una 'religión política', es decir, no se basa en la inteligencia, el conocimiento, la ciencia, la maniobra y el pacto, sino en la fe, la creencia, el mito y el fanatismo. Su táctica es o bien pedirlo todo desde el principio (ERC, EA, Batasuna) o bien pedir cada vez un poco más hasta conseguirlo todo (PNV, CiU, BNG). Pero su meta es siempre el 'todo', nunca el consenso, nunca el acuerdo en los que nos une, que satisfaga a todos aunque no completamente a unos u otros.

La política de ZP de confederalización de España por la puerta de atrás para así enterrar la constitución de todos que garantiza la igualdad de todos los españoles ante la ley ha desatado a los nacionalistas mal llamados moderados. Si la izquierda nacionalista vasca, catalana y gallega nunca ha ocultado su objetivo político de secesión, los grandes partidos nacionalistas -al PNV y CiU se les ha unido por pragmatismo el BNG- han mostrado un disfraz respetuoso con el Estado, con el objetivo de atraer al voto moderado y lograr así el amplísimo gobierno autonómico.

Pero la puerta abierta por Zapatero ha hecho que los sedicentes moderados se arranquen la careta. La lógica es que si un partido españolista como el PSOE está por la confederación y el derecho a decidir de las regiones, la gente ya no se va a asustar porque los nacionalistas pidan la soberanía, eufemismo que oculta el derecho a la secesión. Ibarretxe ya ha anunciado un primer referéndum para el 25 de Octubre de 2008 para iniciar el proceso de secesión, que culminará en la misma fecha del 2010 para proclamar la independencia vasca. ERC había anunciado la autodeterminación, otro eufemismo que oculta el derecho a la secesión, para el 11 de Septiembre de 2014. Pues bien, la hipócrita CiU que hasta ahora se había disfrazado de lagarterana moderada se ha arrancado la careta, y su líder Artur Mas ya ha declarado sin tapujos que aspira a la soberanía de Cataluña, es decir, a la autodeterminación, es decir, a la secesión.

En las próximas elecciones generales los españoles nos la jugamos. Los nacionalistas todos, moderados y radicales, se han echado al monte. Yo lo denomino 'nacionalismo caprino', por aquello de que la cabra siempre tira al monte. Pero el problema está en saber si una mayoría de ciudadanos españoles permanece anestesiado por el chamarilerismo del charlatán Zapatero, si sigue al vendedor de 'crecepelo buenista' como un obediente y tontiloco corderito.

El 'nacionalismo caprino' se ha echado al monte de la secesión. Falta por ver si el ciudadano español permanece bajo el embrujo del 'socialismo ovino'.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acertado el texto por su transparencia y veracidad. Es lamentable y triste, que un presidente del gobierno de España traicioné la soberanía PATRIA pactando con los anti-Españas de todos conocidos. Se empujó un proceso en el PSOE de nefastas e imprevisibles consecuencias para todos. Una bomba de relojería es lo que ha puesto
el PSOE en manos de los nacionalistas, y los estallidos no cesarán. Zapatero ya es una pesadilla que debe desaparecer.
Montse Balaguer