26 agosto 2012

POR UN GOBIERNO NACIONAL


Lo grave del hecho de que el gobierno del PP esté haciendo todo, en todos los sentidos, en contra de su programa electoral no es que haya decepcionado a sus votantes, pues es algo que suele ocurrir en esta partitocracia nefasta organizada entre la casta política (bipartidismo PP-PSOE, con su apéndice IU y sus hemorroides nacionalistas), la casta patronal-sindical, los neocaciques de las CACAS (perdón, CCAA) y los munícipes corruptos.

No, lo grave del gobierno del PP es que ha terminado la obra desarrollada por la alianza PSOE-nacionalistas, que en pocas palabras se puede definir como la demolición de la nación española como conjunto de ciudadanos libres e iguales en derechos y la quiebra económica del Estado español.

En efecto, el PP de Rajoy sigue pactando con los separatistas de CiU que están organizando una 'marcha sobre Barcelona', copia de la famosa 'marcia su Roma' con la que el nacionalista Mussolini consiguió el poder, y que tarde o temprano proclamarán la soberanía de la inexistente nación catalana en un acto de sedición que desde luego el tancredismo de Rajoy no frenará.

Asimismo el PP de Rajoy sigue la hoja de ruta negociada entre el PSOE y ETA para lograr el fin de los tiros y las bombas a cambio de la victoria completa de la organización nacionalista vasca: darles el poder político y excarcelar a los asesinos que ni han cumplido las penas ni se han arrepentido. Rajoy les va a dar el poder total, el próximo 21-O, nuevamente en medio de su tancredismo.

En otro ámbito, el PP de Rajoy está subiendo todos los impuestos de todas las maneras posibles asfixiando a los españoles, recortando brutalmente los derechos sociales (Sanidad, Educación, el próximo recorte será el de las pensiones), en lugar de liquidar el despilfarro de las 4 administraciones públicas superpuestas, racionalizar el Estado y liquidar los miles de parásitos políticos que chupan la sangre de los españoles en empresas públicas para amigotes, fundaciones para colegas sin acta y fondos de reptiles varios.

En resumen, la nación está descuartizada y el Estado en bancarrota. El PP goza de mayoría absoluta y no arregla nada, solamente lo empeora. ¿Tenemos alguna esperanza? Lo único que nos podría reconducir la situación sería un movimiento ciudadano que propugnara la regeneración de la vida política, la reforma de la constitución, la reconversión del Estado y en definitiva la refundación de la nación.

Ese movimiento de la cuádruple R (Regeneración, Reforma, Reconversión, Refundación) debería demandar al gobierno dos medidas inmediatas, antes de convocar unas nuevas Cortes Constituyentes para reformar de raíz la constitución: 1) Fulminante proceso de ilegalización de la sección política de la organización terrorista ETA, se llame Bildu, Sortu o Amaiur 2) Aplicación del artículo 155 de la vigente constitución para suprimir aquellos gobiernos autonómicos que tomen decisiones ilegales.

Así de sencillo, un gobierno nacional. Y así de imposible de llevar a cabo por los intereses creados entre los dos partidos mayoritarios supuestamente nacionales, PP y PSOE. Sin embargo, la esperanza está en nuestras manos, en nuestros votos, no lo olvidemos cuando acudamos a votar la próxima vez. Al menos hay un partido nacional, minoritario de momento, que propugna un gobierno nacional: UPyD.