03 marzo 2007

EL IDIOTA DE LA MONCLOA


El proceso de negociación entre ETA y el gobierno de Zapatero no avanzaba como la organización terrorista deseaba, o como el idiota (*) de la Moncloa había prometido a sus interlocutores, y por ello el 30-D colocó una carga mortal de explosivos en la T-4 de Barajas para apretar las tuercas a un ZP que ya había engañado de forma sucesiva a ERC y luego a CiU.

Aunque tengamos dos cadáveres de seres humanos todavía no fríos del todo, esto entra dentro de la más pura lógica, aunque parezca cínico, porque en toda negociación hay altos y bajos, presiones de uno y de otro lado, y lógicamente cuando un gobierno negocia con terroristas adopta quiera o no quiera la lógica terrorista, y la forma de presionar de una organización terrorista sólo puede ser terrorista.

Tras el mortal atentado, el idiota de la Moncloa se hizo el ídem, dio largas al asunto, mientras ETA publicó un comunicado denunciando el supuesto incumplimiento de Zapatero, aclarando que para esta organización el proceso de negociación continuaba, e imponiendo dos condiciones de forma inmediata. La primera, la liberación del etarra de Juana Chaos que estaba chantajeando al Estado de derecho con una huelga de hambre -que no de sexo, aunque parezca algo difícil compaginar ambas actividades después de más de cien días, pero sabido es que los vascos son una raza especial, privilegiada desde el punto de vista físico-. La segunda, la presentación a las elecciones municipales y forales de Mayo del partido Batasuna, declarado ilegal por terrorista por el Tribunal Supremo, con uno u otro disfraz.

Pues bien, el idiota de la Moncloa se ha apresurado a cumplir la primera condición de ETA. Que nadie dude de que la segunda también se cumplirá, y los miembros de ETA dedicados a actividades políticas volverán a sentarse en las poltronas de las instituciones democráticas, para asegurar el flujo financiero a la organización terrorista, y para formar la famosa tenaza contra la libertad de los ciudadanos, con un brazo amenazando, extorsionando y aterrorizando desde la bronca de la calle y con otro brazo imponiéndose desde el poder institucional de ayuntamientos y juntas forales. Reducción de libertad que implicará ausencia de democracia real por mucho que haya después elecciones, referendos y decisiones políticas de gran alcance como la anexión de Navarra o la autodeterminación, que resultarán ilegítimas precisamente por la falta de libertad.

Pero éste es el proyecto de la progresía prisista que encabeza el idiota de la Moncloa, y no parece que la mayoría de la ciudadanía vaya a protestar por ello. La infamia de la liberación de de Juana Chaos en cualquier país con tradición democrática haría caer un gobierno, pero tengo para mí que si se convocaran elecciones Zapatero podría continuar gobernando aliado con los comunistas de alquiler y los nacionalistas periféricos. Los ciudadanos siempre tienen los gobernantes que se merecen.

(*) "¿Qué es hacer política en Euskadi? Exponerte a que un energúmeno te pegue un tiro por la espalda, un imbécil lo justifique diciendo que sus fines son legítimos y un idiota diga que esto se arregla dialogando". Mario Onaindía.

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