11 febrero 2006
COMIENDO CON LOBOS
La democracia deliberativa de ZP ocultaba en realidad convertir a un partido con diez millones de votos como el PP en un “apestado” con el cual no se negocia ni siquiera la modificación del diseño autonómico; la política transparente de ZP ocultaba multitud de reuniones secretas, incluyendo cenas y comidas.
Ahora hemos sabido que el domingo pasado ZP fue invitado a comer en Premiá a casa del presidente de La Caixa junto a lo más granado del poder fáctico catalán. ¿Por qué ocultó ZP esa comida que se prolongó en animada tertulia hasta las seis de la tarde? ¿Mala conciencia porque dos días antes el gobierno había dado luz verde a la OPA sobre Endesa?
ZP, el que se autodenomina “rojo”, se reunió a escondidas con la plana mayor de la oligarquía catalana, gracias a la intermediación de su ministro y “comisionista” de La Caixa, Montilla. Allí estaban el presidente y el primer ejecutivo de la Caixa Ricardo Fornesa e Isidro Fainé; el presidente de Gas Natural y vicepresidente de la Caixa, Salvador Gabarró; Javier Godó, consejero de la Caixa y editor de La Vanguardia; el consejero de Sogecable y presidente de honor del Instituto de la Empresa Familiar, Leopoldo Rodés; el presidente de Miquel y Costas, Jordi Mercader; y uno de los mayores empresarios catalanes, Artur Carulla, presidente de Agrolimen (Gallina Blanca).
Obsérvese que además de la oligarquía financiera y empresarial catalanas, estaba la de los medios de comunicación -imprescindible hoy en día en esta sociedad mediática en la que nos narcotizan desde los medios audiovisuales-, capitaneada por los “capos” de La Vanguardia y del grupo PRISA.
Zapatero estuvo “comiendo con lobos” el domingo pasado, pero si son “lobos” para los ciudadanos catalanes y resto de españoles a los que nos han traicionado con un Estatut insolidario y retrógrado y una OPA monopolística, está claro que son “sus lobos”, los lobos de Zapatero. Mientras ZP engaña a los españoles hablando de progresismo, de igualdad, de libertad para los homosexuales, de broncas con los obispos, de ansia infinita de paz, en realidad está haciendo la política marcada por los poderes fácticos españoles, la alianza entre la oligarquía financiero-empresarial catalana y la oligarquía mediático-empresarial de Polanco.
¿Por qué votan los trabajadores españoles a este monaguillo de los poderosos de España? Probablemente por la misma razón por la que muchos de los trabajadores alemanes votaron en los años treinta a Adolf Hitler. La demagogia envuelta en la manipulación mediática de las masas hace milagros.
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