DEL 23-F AL 15-J

Como era previsible, la inacción e incluso simpatía del candidato Rubalcaba -desaparecido ministro del Interior del gobierno de España- ante las manifestaciones cada vez más totalitarias y violentas del núcleo organizado del movimiento 15-M han ido permitiendo una escalada del terrorismo callejero sin límites.

Como la Historia nos demuestra que pasa siempre y en todo lugar, un descontento social generalizado, transversal y bienintencionado, producido por la crisis política -partitocracia, despilfarro- y económica –desempleo, recortes sociales- tiene dos vías de expresión: la reformista, que permite avanzar y solucionar los problemas, y la revolucionaria, que siempre acaba dotando a una minoría extremista y totalitaria del poder, parcial o total.

Desde el 15-M hemos ido viendo cómo la permisividad de Rubalcaba incumpliendo la ley iba dotando de poder revolucionario primero a los acampados, muchos de ellos pacíficos, pero que estaban invadiendo fuera de la ley las plazas de España. Más tarde han empezado las marchas agresivas contra las Cortes en Madrid, en Valencia, en la constitución de muchas corporaciones municipales, la persecución y amenazas al alcalde de Madrid ante su propia familia, las coacciones imposibilitando un desahucio que termina con la agresión al líder de Izquierda Unida, y el colofón, lo sucedido el miércoles 15-J en Barcelona, con el asalto al parlamento autonómico.

Sorprendentemente no hubo nada de esto en el País Vasco y Navarra, donde algo mucho peor que unos políticos imputados o tan sólo oligárquicos constituían ayuntamientos: allí era el frente político de una organización terrorista con 858 asesinados a sus espaldas el que alcanzaba 121 alcaldías. La Mafia Vasca dentro de las instituciones. ¿Por qué no hubo ni una sola manifestación en contra? Sólo hay una explicación: son los mismos.

En efecto, luego se ha demostrado que la extrema izquierda antisistema, organizadora del terrorismo callejero en Madrid y Barcelona aprovechando el movimiento de los autodenominados 'indignados', está ligada a la candidatura al parlamento europeo de 2009 denominada Iniciativa Internacionalista – La Solidaridad entre los Pueblos, que fue apoyada por ETA-Batasuna y que ilegalizada por el Tribunal Supremo fue finalmente admitida por el Tribunal Constitucional. ¿Les suena eso, verdad?

Pues bien, el círculo terrorista se ha cerrado cuando la turbamulta batasunera catalana asaltó este 15-J el parlament de Catalunya, insultando, amenazando, agrediendo, cercando y en definitiva secuestrando a los parlamentarios electos por los ciudadanos de Cataluña, exactamente igual que hiciera Tejero y sus guardias el 23-F con el parlamento español en Madrid. Eran los mismos totalitarios, antidemócratas, unos vestidos de uniforme verde, y otros vestidos con el uniforme de izquierdistas antisistema, con sus crestas, sus anillas y sus pañuelos palestinos. 'Tejeros con rastas', se les ha llamado en twitter.

Esto es lo que hay. Como en Grecia, los revolucionarios totalitarios amenazan la libertad de los ciudadanos. Pero que nadie se engañe, la democracia en España necesita una profunda regeneración. Sólo la vía reformista, como la que proponen partidos fuera de la oligarquía, al estilo de UPyD, puede calmar las ansias de perfeccionamiento de nuestra democracia de buena parte de la sociedad e impedir por otro lado que triunfen las tesis revolucionarias de los totalitarios de toda la vida, cuyas manos siempre gotean sangre.