LA BATALLA DE CATALUÑA

Faltan menos de dos meses para las elecciones catalanas y tan sólo nos resta saber en quién se apoyará Convergencia y su líder separatista Artur Mas para gobernar. La experiencia del segundo tripartito ha sido tan nefasta, tan horrible, tan aciaga, tan infausta, tan espantosa, que nadie en su sano juicio la pretendería renovar, ni tan sólo los componentes del pacto mal llamado de progreso.

Efectivamente CiU no va a ser menos nacionalista que el actual gobiernito de Montilla, pero es imposible que sea más inútil, más ineficaz, más baldío, más improductivo, más estéril, más ignorante, más inservible, más inoperante. CiU lo hará mejor que los nacionalistas sobrevenidos de Montilla, sus independentistas de cochazo oficial de ERC y sus ecocomunistas antisistema dirigiendo a la policía; otra cosa sería imposible.

Probablemente Mas gobierne en minoría, apoyándose ora en ERC para temas identitarios, ora en el PP para asuntos económicos. El PP catalán y su presidenta Sánchez-Camacho ya están preparados para renovar el 'pacto del Majestic' de infausto recuerdo esta vez a dos bandas, sirviendo aquí en el Principado de felpudo de CiU para lograr como contraprestación en 2012 sus votos para llevar a Rajoy a la Moncloa, naturalmente a cambio de una enorme 'tajada', como califican los nacionalistas vascos sin vergüenza su chantaje al PSOE de Zapatero.

Sólo la emergencia de un tercer partido nacional en España con los votos suficientes para hacer de bisagra nacional y ayudar a conformar gobiernos al PP o al PSOE puede evitar la bancarrota política y económica hacia la que se dirige España. El embrión de ese partido existe, es UPyD, pero hace falta que dentro de dos años el escaño de Rosa Díez se multiplique por diez y pueda así implantar medidas de regeneración democrática para reformar la agotada y dinamitada constitución de 1978. El escaño del parlamento vasco se ha de trasplantar al parlamento catalán, y al madrileño, y a otras autonomías, y a muchos ayuntamientos, para que germine el movimiento regeneracionista imprescindible a día de hoy.

Por ello será también muy importante que UPyD consiga parlamentarios en Cataluña. De nada sirve ya un partido localista como Ciutadans que se suicidó políticamente al pactar con Libertas y el rey del pelotazo Miguel Durán. Es necesario que el 'tercer partido nacional', el único que aspira de verdad a devolver la igualdad a los españoles salvándoles de los eternos chantajes nacionalistas, entre también en el legislativo catalán, ahora que camina irreversiblemente hacia la proclamación de la soberanía una vez que los falsos moderados de CiU se han quitado la careta.

El candidato de UPyD en Cataluña, el veterano luchador antinacionalista Antonio Robles, cofundador de Ciudadanos y su primer secretario general que fue, ha de entrar en el 'parlament' para defender lo que nos une a todos los españoles, catalanes incluidos, y combatir el despilfarro autonómico, la imposición identitaria y la corrupción localista.

Muchos desencantados del PSC nacionalista y del PSOE zapaterista cambiarán su voto, y también del PP regionalista y contemporizador, he ahí el reservorio de votos para UPyD. Ítem más, la mayoría de los que votamos en 2006 a Ciutadans lo hicimos por gentes como Antonio Robles, no por el arribista Albert Rivera, por lo que ahora votaremos lógicamente por UPyD que encarna a nivel nacional el ideario primigenio de Ciutadans.