20 septiembre 2010

CANTO A LA LIBERTAD


Los que conocíamos el largo recorrido vital de José Antonio Labordeta hemos llorado su muerte anunciada. Este recio aragonés no era simplemente el solitario diputado en los últimos años de su vida en ese partido estrafalario llamado Chunta Aragonesista, ni siquiera ese maravilloso hombre con la mochila al hombro recorriéndose todos los rincones de España en TVE. Labordeta, independientemente de sus ideas políticas era un hombre ilustrado, o mejor aún, un hombre del Renacimiento: maestro de escuela, poeta, antifranquista, escritor, cantautor, político, y sobretodo, una muy buena persona.

Quien esto escribe pasó los mejores años de su vida, los de estudiante universitario, en la Zaragoza de los años setenta, la del antifranquismo y la de la transición, la Zaragoza de Labordeta. Políticamente creo que es una lástima que no hubiera evolucionado ideológicamente como otros lo hicimos con el correr de los años, pero cabe decir que era un izquierdista muy poco sectario, nunca quiso entrar en el partido de las prebendas (PSOE), ni en el PCE aunque le acompañó en el viaje del antifranquismo desde aquel 'sui géneris' Partido Socialista de Aragón. Lástima que se dejara embaucar al final de su vida por ese partidúsculo más nacionalista que izquierdista que es la Chunta Aragonesista.

No sé si muchos saben que Labordeta fue profesor y tutor de Federico Jiménez Losantos y quien le 'ayudó' a militar en el rojerío. Pero el mismo FJL, el de la lengua venenosa, el incendiario denostador de progres, ha dicho de él: "A mí Labordeta y Sanchis me meten en la izquierda y a la vez me dan los anticuerpos porque la literatura que ellos me dieron a leer no era dogmática. En la España de esa época es verdad que había una tendencia a sustituir la religión por el marxismo, pero también es verdad que había un discurso de buscar la libertad, la libertad individual, o sea, poder decir lo que quisieras." (Por qué dejé de ser de izquierdas, Ed. Ciudadela, pag. 52).

Recordar estas palabras es para mí un acto de justicia para este maestro metido a cantautor progre, pero que fue muchas más cosas, y entre ellas un izquierdista honrado y culto, que ante todo luchaba por la libertad y por España.

Muchos, desde la izquierda y desde la derecha, y sobre todo desde el liberalismo, seguimos caminando y cantando hacia la libertad. Descanse en paz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Labordeta declaró no hace mucho en una entrevista:
"Bueno, Rosa Díez es el personaje que yo más detesto. Es la representación del símbolo de los malos políticos."
¡El que más detestaba! ¡Viendo como vemos lo que hay en la clase política!
En fin... ¡Qué gran cerebro!