22 noviembre 2008

RUSIA INVADE ESPAÑA


En el siglo XXI las conquistas imperiales raramente se producen enviando tropas por delante, sino que se utiliza la infiltración económica, tecnológica y política para hacerse con los núcleos de poder de un país. Es un proceso lento y camina a pasos, pero a la larga es efectivo al máximo.

Este verano vimos una demostración evidente con la actuación de uno de los tres polos del nuevo Triple Eje que nos conducirá a la tercera guerra mundial. El nacionalismo neozarista de Rusia -los otros dos polos son el islamismo capitaneado por Irán y el socialindigenismo liderado por Hugo Chávez- invadió un país independiente y democrático como Georgia, y su acción quedó impune. ¿Por qué? Muy fácil, porque su tradicional opositora, la poderosa Alemania, no pudo permitir que la UE reaccionara con contundencia ante el salvaje acto imperialista. Simplemente, la nación germana es dependiente en grado elevado de la energía rusa, es 'esclava energética' de Gazprom, una empresa pública rusa, auténtico caballo de Troya del neozar Putin.

El nacionalismo ruso es una máquina de guerra perfecta que funciona con un motor, la oligarquía rusa -esencialmente del sector energético-, una carrocería de lujo, el autoritario Estado ruso liderado por el ventrílocuo Putin y su 'monchito' Medvedev, y un aparato armado, la mafia rusa. El complejo político-oligárquico-mafioso es un artefacto muy bien ensamblado y tremendamente eficaz.

Pues bien, parece que el nacionalismo neozarista ha decido comenzar la invasión del alejado pero estratégico extremo sudoriental europeo, y ataca con su 'caballería' de la industria energética. En este caso es la entrada en Repsol de la sedicente empresa 'privada' Lukoil, dirigida por el oligarca Alekperov, íntimo de Putin, y que cuenta como accionista principal al jefe de la mafia rusa encarcelado en España, un tal Kalashov. Ese es el retrato de familia.

Hasta Felipe González se opone a este invasión rusa, porque la infiltración en la 'joya de la corona' de la industria petrolera española Repsol supone además conquistar Gas Natural y en breve la eléctrica Unión Fenosa. Incluso el gobierno liderado por el ministro de Industria Sebastián se opone a la invasión neozarista.

Queda por tanto para el futuro una incógnita: ¿quién ha visitado a Zapatero y le ha convencido para que dé luz verde a esta operación de asalto a todo el núcleo estratégico de la energía nacional?

1 comentario:

elbosquefantasma dijo...

Esto es lo mismo que ir a una agencia de renegociación de préstamos, pues igual, nos costará dinero que pagaremos con creces y con el agua al cuello. Quien a hierro mata a hierro muere. Sacyr y La Caixa con el agua al cuello y van a malvender Repsol. y luego vendrá todo lo demás, que nadie se engañe será su modo de hacer las cosas, especular hasta que explote. El colapso de la república tuvo sus motivos, el colapso de esta Democracía puede venir por el caos económico. Los que votaron a Zp son los responsables, y los churris autonómicos también