31 marzo 2012

LA CATALUÑA SIN LEY



Los que ya peinamos canas recordamos los tiempos gloriosos en que Cataluña era la región española más avanzada, europeizada, civilizada, en definitiva, ilustrada. Desgraciadamente después de treinta años de gobiernos autónomos nacionalistas, por tanto reaccionarios, antiilustrados, aldeanos, etnicistas, retrógrados, pueblerinos, paletos, patanes y palurdos, no queda nada de aquello.

Y además el nacionalismo catalán se ha declarado insumiso ante la ley, empezando por la Ley de leyes, la Constitución democrática del 78, y con su política y gobernanza fuera de la ley ha posibilitado que los elementos más extremistas de la sociedad, con ese entreverado ideológico -que en el País Vasco dio lugar a Batasuna-, amalgama de ultraizquierdismo y nacionalismo, también se declaren insumisos y fuera de la ley.

El resultado es que Cataluña y su capital de bandera Barcelona se han convertido en el escaparate de la violencia y el vandalismo, la capital de la barbarie de toda Europa. Si en el resto de España ha habido incidentes con motivo de la huelga general, donde las banderías de matones sindicalistas han coaccionado a los trabajadores que querían ejercer sus derechos, pero en general podemos decir que la policía ha hecho su trabajo y la violencia se ha mantenido dentro de unos límites moderados, por el contrario Barcelona ha sido durante 24 horas la ciudad sin ley, en donde los terroristas callejeros han campado por sus respetos ante la pasividad o la inoperancia de esa 'policía de pitiminí' que son los 'mossos d'esquadra'.

¿Soluciones? Ninguna. Si alguien esperaba que la mayoría absoluta del PP cambiara las cosas en esta España inviable puede abandonar toda esperanza. Es ese mismo partido el que está sosteniendo en el gobierno autónomo a los separatistas de CiU, los 'fuera de la ley', los que han convertido a la sociedad catalana en una mayoría silenciada por una minoría extremista, por unas hordas totalitarias y vandálicas que recuerdan, y mucho, a los camisas pardas del nacionalismo alemán.

2 comentarios:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

Ciertamente, hemos conocido otra Cataluña que, en su momento, podía servir de ejemplo al resto de España. La de hoy se ha ganado a pulso una fama bien triste, la de ser avanzadilla de la bestialidad que algunos muestran en las calles de Barcelona.

Anónimo dijo...

Hola Sr. Trueno, se permite a los independentistas opinar en este blog?