25 mayo 2007

LA BATALLA DE BARCELONA


Las encuestas indican que no parece que vayan a cambiar mucho las cosas en el ayuntamiento de Barcelona, y que las concejalías se van a repartir más o menos como en el 2003. No comparto esa opinión, porque si bien los ciudadanos españoles en general y los barceloneses en particular no acostumbran a dar grandes revoluciones electorales, también es cierto que no dicen la verdad a los encuestadores y que ocultan muchísimo el voto, especialmente el que se da a aquellos partidos considerados fuera del 'sistema políticamente correcto'.

En Cataluña, eso significa que el PP y Ciutadans tienen un voto oculto que no se manifiesta en los sondeos. La mejor demostración es el resultado inesperado para los encuestadores de C's, el neonato partido que no salía en los medios ni en los sondeos y sorprendió con nada menos que 3 diputados el 1 de Noviembre. Tengo para mí que el tripartito tiene muchas posibilidades de renovarse en Barcelona, pero que el PSC puede bajar y CiU subir, aunque sólo sea por hastío de parte de los electores. Y que Ciutadans puede entrar con dos o tres concejales. Y eso si que sería una revolución.

Claro que este partido que se sitúa en un centro-izquierda regeneracionista entre la derecha confesional del PP y el socialismo posmoderno y filonacionalista del PSOE, que reivindica la política ciudadanista, alejada de las oligarquías partidistas, las listas abiertas, la limitación de mandatos, la transparencia institucional y tantas otras cosas ilusionantes, es un peligro público para el 'establo', eso que los cursis llaman 'establishment' y yo prefiero acercarlo a su realidad de confortable hospedaje para esos rumiantes que buscan el calor y el pienso sin esfuerzo.

Por eso han disparado contra C's desde el campo nacionalista, socialista y conservador, todos a una, y han logrado que un personaje extraño, supuestamente militante y defensor del proyecto de 'Ciudadanos' haya intentado reventar la campaña ciudadanista difundiendo a los medios las disputas internas -fruto de la inexperiencia política, de cierta indefinición ideológica y sobre todo de la natural crisis de crecimiento exponencial- que se iban a dirimir democráticamente en un congreso extraordinario el próximo 30 de Junio.

Todos contra el invasor, es la consigna. Pero entre o no entre C's en el consistorio de Barcelona, seguro que entra en otras muchas ciudades de Cataluña, porque representa no a unos políticos y sus ambiciones sino a una necesidad de muchos ciudadanos españoles de romper la asfixiante 'jaula partitocrática'. C's tirará adelante con fuerza, crecerá, seguirá teniendo 'sarampiones juveniles', y se extenderá al resto de España con la inestimable ayuda de los círculos intelectuales cercanos a Fernando Savater y de progresistas desengañados del PSOE como Rosa Díez, y sacará diputados a Cortes en Madrid en las próximas elecciones generales. Al tiempo.

LA BATALLA DE NAVARRA

Hay que reconocer que es difícil -pero no imposible- que más del 51 % de los navarros voten a un centro-derecha foralista. Hay muchos ciudadanos navarros, especialmente en la Ribera, que son tradicionalmente votantes de la izquierda, y son renuentes a votar a UPN. Por otro lado, en Pamplona y el norte vascófono hay ciudadanos que no gustan de la fobia a la cultura vascona de la facción más navarrista de UPN.

En mi opinión, es necesario que en el futuro surja 'Ciudadanos de Navarra', con un mensaje de centro-izquierda y cosmopolita, para agrupar el voto de la izquierda moderada que huye del proyecto social-nacionalista de Zapatero y el de los ciudadanos que rechazan tanto el nacionalismo vasco imperialista como el rancio navarrismo españolista, que quieren poner el acento en la persona, sin mirar si es de identidad españolista, navarrista o vasquista, sino simplemente en las libertades y los derechos del ciudadano. Una izquierda liberal.

Estoy personalmente convencido de que con un centro-derecha como UPN y un centro-izquierda como Ciudadanos, los navarros tendrían asegurada para siempre la autonomía fuera de las fauces del imperialismo nacionalista vasco en al menos una proporción de dos tercios.

¿Qué hacer? Pues de momento votar a la única fuerza -UPN- que se opone a la alianza social-nacionalista que pretende conformar la "autonomía a cuatro" de ETA, aunque muchos navarros se sientan de izquierdas o nada navarristas, y potenciar para las elecciones generales del año que viene al partido Ciudadanos. Si el Partido de la Ciudadanía se afianza en Navarra, el futuro en libertad para los ciudadanos navarros está asegurado.

13 mayo 2007

LAS CIUDADES PARA LOS CIUDADANOS


Si hay un ámbito político donde el Partido de la Ciudadanía puede crecer es en el de las elecciones municipales. Es cierto que se enfrenta a barreras descomunales, a gigantes terroríficos, a celadas insospechadas.

No sólo los partidos políticos nacionalistas ven en C's un enemigo para su sociedad cerrada, nacionalista a la fuerza y sumisa a los mitos etnoculturales. También los dos grandes partidos nacionales -nadie sabe ya que es Izquierda Unida, salvo una tribu de comunistas trasnochados que para sobrevivir se disfrazan de lo que haga falta, en Cataluña y el País Vasco de nacionalistas, en el resto de España de ecologistas o de feministas-, el PSOE y el PP, temen a Ciudadanos. El primero porque C's desde la izquierda moderada denuncia su deriva filonacionalista y confederalista, el segundo porque puede perder los votantes que sin ser de la derecha confesional le votaban porque no había otra opción. Y también porque Ciutadans puede recuperar muchos votos abstencionistas desencantados de los partidos oligárquicos y cerrados que han convertido la política en un corralito.

El conglomerado unido por intereses partidistas y gremialistas de los partidos tradicionales, los grandes grupos mediáticos y económicos, lo que podemos llamar "el sistema", teme el empuje del partido emergente, Ciudadanos, porque un nuevo partido que reclama transparencia, listas abiertas, limitación de mandatos, y focalización en las necesidades de las personas y no en las falsas e inexistentes necesidades de los pueblos, las naciones, las clases, las castas o los sexos, es algo que pone en peligro para el futuro su tinglado, su corralito, su sociedad cerrada.

Por eso de nuevo "el sistema" está vetando a C's, las televisiones públicas no les permiten acudir a los debates, los medios los ocultan, los partidos los ningunean, los mamporreros nacionalistas les agreden, las encuestas los ignoran. Pero también hicieron lo mismo en las elecciones autonómicas, Ciutadans no existía, y sacaron nada menos que tres diputados. Previsiblemente lo mismo pasará ahora. Habrá muchas ciudades del círculo metropolitano de Barcelona y de Tarragona que auparán a los consistorios a "concejales ciudadanos".

Porque las necesidades de los ciudadanos no son la policía que multa a los comerciantes según el idioma en que rotulan, ni la totalitaria inmersión obligatoria en las escuelas en una de las dos lenguas oficiales, ni los fantasmagóricos estatutos, ni mucho menos la "construcción nacional". Las auténticas necesidades de los ciudadanos son las ciudades abiertas, bilingües, al servicio de las personas, donde la vivienda, el transporte, la seguridad, la cultura, la persecución de la corrupción urbanística sean las prioridades.

En definitiva, porque somos muchos los ciudadanos que no nos sentimos representados por los partidos mayoritarios, ya que actúan al margen de los intereses de la ciudadanía. Porque todos únicos, todos ciudadanos.

11 mayo 2007

EL AJEDREZ NAVARRO


Mucho se habla de las consecuencias benéficas para ETA de su vuelta a las instituciones acordada con Zapatero: financiación, poder político, influencia social. Esto es lo más relevante, por supuesto, pero hay otros factores escondidos en la decisión del presidente de gobierno que también son exigencias de la organización terrorista.

En efecto, ETA por boca de Otegui ha admitido aparcar provisionalmente la independencia de las siete provincias vascas según su Biblia mitológica, y aceptar un estadio intermedio, éste sí irrenunciable: una autonomía a cuatro, que el poeta leonés ya ha bautizado a sus íntimos, haciendo alusión a algo parecido a "Comunidad de Castilla y León", dos territorios históricos unidos en una sola autonomía moderna. Una cosa como "Comunidad de Navarra y Euskadi", "País vasco-navarro" o similar.

La conquista de Navarra es irrenunciable para ETA en primer lugar por razones político-históricas, ya que esta secta nacionalista no aceptó el pacto de la transición -que sí aceptó el PNV- básicamente por la autonomía del viejo Reyno respecto a la comunidad vasca, y en segundo lugar porque la futura independencia de su mítica nación necesita una masa crítica que sólo puede aportar Navarra al País Vasco. Pero la conquista de Navarra tiene un escalado en el tiempo preciso y prolijo, porque hoy por hoy más de dos tercios de los navarros se oponen a la unión con los vascos.

La técnica ha de ser la del paso a paso, y el primer paso es un gobierno social-nacionalista a partir del 27 de Mayo que, para no asustar a la gente, se contente con un "órgano común permanente" como el formado por las mismas fuerzas en 1995. Con unos cuantos años de lavado de cerebro desde el gobierno foral y desde los medios de comunicación adictos al imperio PRISA y a los nacionalistas, así como desde los púlpitos y las escuelas, se lograría ir macerando la voluntad de los ciudadanos navarros, hasta que llegara un día en que el 51 % de ellos esté preparado para que el referéndum previsto en la disposición transitoria de la Constitución haga triunfar la fusión de las dos autonomías.

Naturalmente en esa "comunidad vasco-navarra" con amplísima autonomía pararía el proyecto de Zapatero, pero el de ETA y resto de nacionalistas continuaría hasta la autodeterminación y secesión. Recordemos que a toda asamblea revolucionaria democrática le sigue el reino del terror de Robespierre y que a toda república democrática de Kerensky le sigue la dictadura del horror de Lenin.

Se trata de no asustar a los navarros, y para ello la estrategia de Zapatero es maquiavélica: Por un lado, permite las listas de ETANV en muchos ayuntamientos navarros incluyendo el de Pamplona, ciudad en la que su lista tiene hasta 7 conocidos dirigentes de Batasuna, para que ETA tenga poder y dinero, a sabiendas de que por ejemplo en Pamplona el PSOE no tiene nada que hacer ante UPN y podría verse incluso superado por Nafarroa Bai (casa común de todos los nacionalistas no etarras: PNV, EA, Aralar), para lo cual ya le conviene que haya una lista de nacionalistas alternativa. En cambio, no permite la lista de ETANV al parlamento de Navarra, porque podría hacer peligrar su pacto oculto para formar un tripartito a la catalana (PSOE, Nafarroa Bai, IU), a nada que saquen 26 de los 50 parlamentarios. En este caso la presencia de ETANV no ayudaría sino que estorbaría, pues los terroristas no podrían justificar ante sus bases una entrada en el gobierno foral navarro.

Esta es la jugada magistral que posiblemente ZP y ETA manejan para el tablero de ajedrez navarro. Si cae la "torre" del gobierno de Navarra, previsiblemente continuará el plan establecido, y tras el cerco a los "alfiles y caballos" mediante el órgano común, llegará el momento en que ETA devore a la "reina" por medio de la autonomía a cuatro. El ilusionante e iluso leonés puede pensar que un tablero sin torres, alfiles, caballos, ni reina es una situación estable, pero cualquier adolescente sabe que eso sólo puede conducir a una única jugada final: el jaque mate decisivo, la independencia de la mítica Euskal Herria.