17 septiembre 2011

LA LIBERTAD EN CATALUÑA

Algunos en Cataluña estamos hartos de la sobreactuación estival de los nacionalistas catalanes con su victimismo, primero por la entente PP-PSOE para reformar la Constitución, aunque sea para nada, 'con nocturnidad y alevosía' y ¡sin contar con ellos!, después por la obvia sentencia del TSJC que ampara el derecho de los españoles que lo deseen a estudiar en español en España, en este caso en la comunidad autónoma de Cataluña.

Sin duda los calores de Agosto y de los primeros días de Septiembre influyen en la excitación de los nacionalistas, pues es sabido que el nacionalismo es un atavismo del instinto territorial de los mamíferos, y las hormonas y los neurotransmisores pueden verse afectados por la canícula. Es una pena que 'la Diada', fecha en que los nacionalistas catalanes -ignorantes de la Historia- conmemoran la derrota de un pretendiente al trono de España a manos de otro pretendiente al trono de España, caiga en verano, sería deseable que fuera en pleno invierno…

Pero algunos catalanes observamos las próximas elecciones generales del 20-N con cierta melancolía. ¿A quién votar? No por supuesto a los totalitarios del nacionalismo en sus diversas vertientes -disfrazados de lagarterana farisaica como Durán Lleida y su CiU separatista, a las bravas como los de ERC, con flores en el pelo y gritando 'pau i amor' como los criptocomunistas de Iniciativa, quemando banderas y retratos como el resto-, todos totalitarios porque con su neolengua orwelliana imponen la dictadura de la lengua única como vía para alcanzar el pensamiento único.

No por supuesto a sus compañeros de viaje, los socialistas catalanes, que llevados por su complejo de inferioridad y su síndrome de Estocolmo, apoyan sin fisuras el nacionalismo obligatorio y la limpieza étnica, por lingüística, del catalán sobre el castellano. Ahí tenemos a la ministra de Defensa de España, Carme Chacón, defendiendo lo indefendible, la educación de nuestros hijos de manera obligatoria en la lengua única, en el pensamiento único.

Y no por supuesto a los tontos útiles de un PP que presenta como candidato a Jorge Fernández Díaz, que en un acto de felación al nacionalismo y de sumisión sodomita al mismo, acaba de declarar que apoya la inmersión lingüística, la lengua única, el pensamiento único, la segregación civil por razón de lengua. Quizá recordando inconscientes clichés periclitados, como aquello de 'una nación, una lengua, ¿un caudillo?'.

Algunos catalanes, quizá no suficientes para dar un escaño por Barcelona, votaremos al único partido nacional que defiende la libertad en Cataluña, en el País Vasco y en todas las regiones de España: UPyD. Treinta años de imposición catalanista en escuelas, púlpitos y Generalitat han narcotizado a la sociedad catalana. Pero al menos votaremos con dignidad y podremos dormir muy tranquilos, con la conciencia en paz.

4 comentarios:

Herep dijo...

La verdad, Capitán Trueno es que es un triste consuelo éste que has plasmado.

Triste, pero real como la vida misma.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Al fin y al cabo de eso se trata, de votar en lo que crees y en tener la conciencia tranquila.

Anónimo dijo...

Capitan Trueno, yo también voy a votar a UPYD, pero permíteme hacerte una crítica a tu escrito que comparto al 99%. Ciudadanos está dando la cara por muchos de nosotros en el Parlament y sería de justicia "nombrarlos" cuando se describe quienes habitan dentro del arco parlamentario catalán.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, mi Capitán!

Lamentablemente,a parte de nosotros, habrá otros que dormirán tranquilos, "estos" q ni consciencia deben de tener, que son seguramente lo peor q pudo haber pasado a Cataluña.