27 octubre 2007

ECOLOGÍA FRENTE A ECOLATRÍA

Los que defendemos la ciencia frente a la superstición y el oscurantismo no podemos negarnos a valorar en su justo término las voces de alarma que científicos de todo el mundo están lanzando para prevenirnos sobre las consecuencias que el desarrollo industrial y tecnológico está trayendo para el futuro de la Tierra.

Parece lógico tratar de armonizar el progreso con la ecología, pero nunca condenar el progreso en nombre de una reaccionaria ecolatría, una adoración fanática del medio ambiente. Porque los pobres contaminan mucho menos que los ricos, pero no podemos condenarlos a la injusticia social en favor del fanatismo ecológico, no podemos poner los derechos del hombre y del ciudadano por detrás de la defensa del planeta. Primero el hombre, luego la Tierra.

Y por supuesto, desde el terreno de la ciencia y del pensamiento crítico podemos y debemos denunciar el deterioro ecológico. Pero en ningún caso podemos caer de nuevo en la superstición y el oscurantismo de adoptar una nueva religión, el 'cambio climático', ni podemos aceptar una nueva inquisición, la condena eterna a quien no acata el nuevo 'catecismo mediático' que defiende un proyecto valioso con una amalgama de verdades incómodas y de mentiras fruto del fanatismo, ni mucho menos podemos arrodillarnos ante un nuevo Papa, Al Gore, un nuevo 'predicador apocalíptico' que como epígono de los Papas medievales predica la ecología pero vive y contamina como un multimillonario irresponsable, un indigente intelectual que es capaz de cometer la obscenidad, la cruel infamia, de equiparar el cambio climático al Holocausto.

Ecología sí, ecolatría no.

1 comentario:

José Luis García Naveiras dijo...

Te saludo Capitán Trueno y te confieso que hace mucho tiempo que deseaba conocerte.

Yo fuí amigo de Crispín y compañero de Goliat, seguidor del Capitán Trueno a través del mundo y defensor de causas perdidas desde la primera edad.

Hoy te echaba de menos desde mi más de medio siglo de vida. Las palabras de la canción: "Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno" resuenan en mi ánimo como un eco nostálgico de la edad de oro. Aquella en la que se podía ser tan catalán como español sin que te insultasen por ello.

Yo, querido Capitán, soy tan español como todos, pero quizás por haber sido parte de tus mesnadas en la mocedad, tengo en alta estima los símbolos que otros ocultan avergonazados.

Sin embargo tengo que criticar una cosa de tu discurso.

Aunque estoy de acuerdo con la idea de que el catastrofismo "algorero" no es digno de la causa que dice defender, no lo estoy con la de anteponer el hombre a la tierra.
Que siendo todos hijos de la madre tierra, poco o nada conseguiremos si nos olvidamos de ella.

Está escrito en el decálogo que Dios le dio a Moisés: Honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien y vivas largos días sobre la tierra. Y es el primer mandamiento con promesa.

Creo que hay que situar la discusión en sus justos términos. O sea, desenmascarar a los falsos profetas del cambio climático pero sin perder de vista el problema de la contaminación ambiental.

Te felicito por tu blog y te deseo mucho éxito.