30 diciembre 2010

VIEJO GOBIERNO DE ARTUR MAS


Los ingenuos que pensaban que el triunfador de las pasadas elecciones catalanas, Artur Mas, iba a instaurar 'el gobierno de los mejores' según él, o al menos un nuevo gobierno que se ocupara de las necesidades –urgentes y perentorias- de los ciudadanos de Cataluña y se despreocupara de las veleidades identitarias del funesto tripartito de Montilla se habrán llevado una gran desilusión.

Artur Mas ha recuperado a los pesos fuertes de los gobiernos de Jordi Pujol, los ha entreverado con algún personaje sin carné de militante como técnica de maquillaje, y ha puesto la guinda de Ferrán Mascarell.

¿Qué significa esa guinda? El que el consejero de cultura del primer tripartito de Maragall sea ahora consejero de cultura de Mas tiene un significado muy profundo, que algunos, muy pocos, lo venimos recordando desde hace años: en Cataluña existe el PUC, Partido Único de Cataluña, con cuatro secciones -CiU, PSC, ERC e ICV- que juegan a competir entre ellas, pero cuatro secciones al fin y al cabo de un mismo 'órgano nacionalista de pensamiento único'. Ese partido al estilo del antiguo PRI mexicano lo domina todo en el espectro político catalán, y apenas deja un 15% para los partidos no adscritos a la ortodoxia nacionalista.

Por eso el señor Mascarell puede ostentar el mismo cargo con un gobierno y con otro; porque abandonará el carné socialista para unirse a Mas, dejará de ser socialista catalán para ser convergente catalán, pero lo que ha sido, es y será siempre, es nacionalista catalán. Así de simple.

Por eso el PSC ha apoyado la investidura del líder convergente pactando previamente lo obvio: que todos son nacionalistas y que por eso seguirán propugnando el estatuto inconstitucional, la ilegal inmersión lingüística, el desacato al Tribunal Constitucional y al Tribunal Supremo, y en definitiva la ilegítima pretensión de privilegios para los catalanes.

Por eso en la toma de posesión de Mas estaba presente el imputado Prenafeta, símbolo de la corrupción convergente, procesado por una trama liderada por el socialista exalcalde de Santa Coloma.

De ahí que digamos que el gobierno de Mas no es un nuevo gobierno, sino un viejo gobierno. Un ejecutivo nacionalista. Como el de Montilla. Como el de Maragall. Como el de Pujol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay que preocuparse, ni 'mas' ni menos por el nuevo gobierno del 'enano en la sombra'...por tres razones basicas:
1. Los nacionalistas se ahogaran en sus propias deyecciones.
2. La evidente corrupcion de los tiempos del enano volvera por sus fueros y la situacion economica de las provincias catalanas llegara a ser insostenible.
3. Los unicos que sufriran las miserias intelectuales (solo-en-catalan) de los habitantes de las provincias catalanas seran los mismos catalanes, sin afectar en absoluto a las demas provincias de la nacion, cuyo desprecio hacia los catalanes y sus tonterias ira en aumento hasta ser total...Las empresas catalanas no podran vender nada al resto de las provincias...
!Que se jodan!