11 diciembre 2010

PARADIGMA VARGAS LLOSA


La concesión de un merecidísimo Premio Nobel a Mario Vargas Llosa por su carrera literaria le ha permitido también airear su magnífico ideario cultural y político. Su discurso leído el pasado 7 de Diciembre fue una obra maestra que resume su pensamiento liberal -en su mejor sentido originario, es decir, en defensa de la libertad del ser humano- de una manera admirable.

Podríamos decir que el pensamiento de Vargas Llosa es el paradigma del intelectual comprometido con la libertad, y por tanto con la verdad, muy alejado por cierto del concepto de 'intelectual comprometido' acuñado el siglo pasado, especialmente por filósofos amantes o al menos defensores de las dictaduras comunistas, al estilo del fanático y totalitario Sartre. Porque mientras los intelectuales de izquierdas en los últimos cien años condenaban el fascismo y las dictaduras de derechas en general, callaban en el mejor de los casos ante las dictaduras de izquierdas.

Mario Vargas Llosa militó en el marxismo en su juventud, cual sarampión idealista e ideológico, pues era el signo de los tiempos, pero supo evolucionar hacia la libertad, al contrario de su conmilitón literario Gabriel García Márquez. Y desde entonces condena toda forma de dictadura, todo tipo de ideología totalitaria, venga de donde venga. Y defiende la democracia liberal, el menos malo de los sistemas políticos demostrado por la historia frente a los veintitantos millones de muertos provocados por el fascismo y el centenar de millones de cadáveres inducidos por el comunismo.

El eximio escritor hispano-peruano ha criticado con dureza en su discurso a las dictaduras latinoamericanas y su satélites payasos, así como la china y tantas otras que encarcelan a los hombres por pensar, y sigue insistiendo en algo que nos toca muy de cerca a los españoles: el peligro terrible que en el siglo XXI significa el nacionalismo, todo tipo de nacionalismo. Sus palabras respecto a este cáncer del siglo han sido contundentes: "Detesto toda forma de nacionalismo, ideología –o, más bien, religión- provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios –étnicos y racistas".

Éste es el paradigma del intelectual comprometido con la libertad, el paradigma de Vargas Llosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Perfecta la descripción del naciopnalismo que hace VLL.
Para aplicarse en todas sus letras al nacionalismo español.