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Sabida es mi visión diametralmente opuesta al optimismo antropológico de nuestro Adolescente Timonel, y que lo que yo llamo realismo social muchos lo consideran pesimismo vital. Pero no me negarán que si la sociedad española está narcotizada, aborregada y en descomposición, en general la europea no le anda a la zaga: me dicen que el año pasado el Chikilicuatre sacó muchos más puntos que Soraya. Pues nada, que Santa Lucía les conserve la vista... y el oído. Está claro que ya ni las predicciones del Brumario del filósofo de Tréveris se cumplen: La España de ZP ha conseguido que la farsa se repita como tragedia.
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Buenas nuevas llegan de la India. La mayor democracia del mundo a pesar de todos los pesares -crisis económica, terrorismo islámico, disputas tribales en su puzzle multiétnico- ha dado una lección en los últimos comicios. Ha triunfado el partido más parecido a un liberalismo de centro-izquierda, el Partido del Congreso de los Gandhi-Nehru, y han fracasado todos sus enemigos: el gran partido conservador nacionalista-hinduísta, los comunistas-maoístas y sus tontos útiles y compañeros de viaje que en todas partes existen, y los partidúsculos regionalistas, etnicistas y secesionistas que, desgraciadamente, los hay como en España. Felicidades, amigos indios.
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