16 mayo 2009

EL AUTÉNTICO ESTADO DE LA NACIÓN


Mientras en las Cortes Generales asistíamos a la pantomima que se representa anualmente entre los dos grandes partidos, donde no se debate sobre el estado del nación sino que se celebra una suerte de combate de boxeo político para ver cual de los dos líderes, Zapatero o Rajoy, gana por puntos o por KO, la sociedad española mostraba en Valencia cuál es el desastroso estado de la nación.

Zapatero, como buen charlatán de feria que es, ha ido al parlamento ha sacar cientos de nuevos conejos de la chistera, a vendernos nuevos crecepelos y ungüentos maravillosos, mientras que Rajoy ha tratado, como siempre sin éxito, de oponerse a la propaganda zapaterista. En la sociedad del espectáculo en la que vivimos un buen vendedor de humo siempre triunfará sobre un registrador de la propiedad. Además Rajoy, como siempre, ha olvidado que "no sólo de pan vive el hombre", y únicamente ha hablado de la crisis económica, sin duda lo que más preocupa a los españoles, pero ha olvidado que no era el debate de los Presupuestos, sino el del estado de la nación.

Y la nación, además de en bancarrota económica, se encuentra en un avanzado estado de descomposición, gracias no a los pequeños partidos nacionalistas, sino al gran partido del PSOE que ha descuartizado el 'discutible y discutido concepto de nación' con su plan confederal, y al gran partido del PP que se ha convertido en la 'nueva CEDA' o Confederación Española de Derechas Autónomas', donde cada neocacique regional hace de su capa un sayo. Porque la nación no es el concepto romántico de 'unidad de destino en lo universal' como creían Hitler, Mussolini o Franco, y ahora creen los líderes de los partidos nacionalistas, sino que es el concepto ilustrado de conjunto de ciudadanos libres e iguales en derechos.

Ninguno de los dos, Zapatero o Rajoy, ha hablado de la falta de libertad de los ciudadanos españoles en un tercio de la península para educar a sus hijos en nuestra lengua común, la española. Ninguno de los dos ha hablado del desbarajuste completo de la Justicia, que en España ya no es el tercer poder sino la criada del poder político. Ninguno de los dos ha hablado de la corrupción política y de sus consecuencias económicas y políticas. Ninguno de los dos ha hablado de la ley electoral que en contra de lo que indica la Constitución no es proporcional y favorece el chantaje permanente de los partidúsculos nacionalistas al gran partido que gobierna. Como siempre, sólo Rosa Díez ha puesto el dedo en la llaga para señalar que no hay gobierno de España, sino una coordinadora de 17 autonomías descontroladas.

La demostración gráfica y sonora de la descomposición nacional ha estado el mismo miércoles en Valencia, en el estadio de Mestalla, donde miles y miles de vascos y catalanes que estaban apoyando a sus equipos en la final de la Copa de Rey, han pitado, abucheado, hostigado, insultado, ofendido y agraviado a los símbolos de la nación que estaban presentes: el Rey y el himno nacional.

¿Acaso alguien piensa que es posible siquiera imaginar que en la final de fútbol americano o de la NBA que enfrentara en Nueva York a equipos de California y de Texas, por ejemplo, la mayoría de los aficionados pitara el himno nacional o insultara al presidente de los EE.UU? ¿Es posible imaginar que sucediera algo lejanamente parecido en la final de la Copa de Francia entre el Girondins y el Olympique de Marsella, por ejemplo, con ambas aficiones abucheando al presidente de la República y acallando a chiflidos 'la marsellesa'?

Fue en Valencia donde vimos el auténtico estado de la nación: en avanzado estado de descomposición.

2 comentarios:

Rafael del Barco Carreras dijo...

15-05-09 VISTO PARA SENTENCIA EL JUICIO A RAFAEL JIMÉNEZ DE PARGA, ALFREDO SÁENZ ABAD Y OTROS,

Y LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE VICTOR SAURA “LA CATALUNYA MES FOSCA”.



Rafael del Barco Carreras



Un día intenso. Me temí que la anunciada variación de conclusiones provisionales del fiscal liquidara el juicio. Lo sucedido el 2008 con Gran Tibidabo (Port Aventura), que los pactos entre la fiscalía y las partes acabaron con lo que soñé un repaso y hasta bendición a mi “Barcelona, 30 años de corrupción”. Pero no, la Fiscalía mantenía la acusación, aunque rebajada de los nueve años iniciales a tres años y medio de cárcel para Rafael Jiménez de Parga, Alfredo Sáenz Abad y Miguel Ángel Calama, y retiraba la acusación a José Ángel Merodio.

Seis horas de fiscal, dos abogados acusadores, y cinco defensores. Terrible. Los dieciséis oyentes se convirtieron en los seis habituales después de oídos los cargos. Extorsión, denuncias falsas y estafa procesal.

Se juzgaba a mis “abogados” y a la “banca” en el “todo vale”. Y la idea de que yo fui la primera víctima del conjunto, que cobrando de Javier de la Rosa, sustituyeron culpables, me martilleó toda la mañana. Si durante el juicio me sentí un espectador, he de confesar que las defensas me alteraron. El argumento de que las falsedades en la denuncia eran simples errores de los que Rafael Jiménez de Parga pedía disculpas, o de que en definitiva los culpables eran los denunciantes porque estafaron al banco, me enervó.

El abogado de Merodio le dio la vuelta al calcetín, el juez Pascual Estevill con su actuación alteró la querella del banco reclamando 639 millones a los ahora acusadores, acabando sobreseída. Perjudicó, pues, al Banco, los acusados ahora. Cortando y pegando a su gusto del libro, Estevill y "El Clan de los Mentirosos" de Félix Martínez, su tono crecía. Pretender quince años después, decía, que tanto Rafael Jiménez de Parga como los banqueros pagaran por los delitos del ex juez, que no reconoció en las declaraciones al presente juicio, y que entonces no solo nadie suponía sino que “todo el mundo” alababa sus actuaciones contra la gran burguesía catalana, acentuaba con exagerado énfasis, era un disparate.

Con excelente oratoria obviaron años de relación del juez y abogado, las oscuras conexiones del propio Banesto y su filial Banco Nogués (dijo el abogado) real procedencia de los créditos renovados año tras año no reconocidos por los ahora acusadores, y mucho menos avalados, y lo peor, docenas de extorsionados que conocí en la cárcel, el “lo sabía toda Barcelona” confesado por el abogado Juan Piqué Vidal (condenado en el juicio del 2004 del que derivaba éste) y sobretodo el fatídico domingo en que o pagaban 50 millones para el bolsillo del juez y supuestamente de Rafael Jiménez de Parga, o no salían de la cárcel.

Cuando a las siete y media de la tarde acudía a la presentación del libro “La Catalunya mes fosca” de Victor Saura aun me hervía la cabeza. Un bálsamo el ambiente de entusiastas y merecidos aplausos al autor y presentador, derivados a las víctimas y a mí en concreto. Paseo de Gracia, Librería Els Jardinets, frente al edificio del Banco Comercial Transatlántico, antes de la Guerra Mundial Alemán Transatlántico, y ahora absorbido por su propietario de siempre el Deustche Bank, donde me iniciara de empleado de banca por los 50. La primera vez que un gran conjunto de desconocidos reprobaba la versión esparcida y condenatoria en que me convirtieron en un réprobo, y con falsedades me encarcelaron y condenaron.

Anónimo dijo...

¿Alguien ha pensado en celebrar una final de la copa del Rey en el Nou Camp o en San Mamés?

¿Alguien se imagina que esa final, fuera jugada por dos equipos cuyas aficiones no fueran unas hijas (e hijos)de pitos...?

¿Sería una provocación?

¿O una oportunidad de escuchar juntos, el himno de nuestra Nación,en tierras españolas?

Yo creo que se lo debemos y nos lo merecemos.

Y nada de chunda chunda.

"Tos" de pié, en silencio y con la cabeza erguida.

Menudo espectáculo sería...Tal que, mirad, no me importaría que en esa hipotética final, no ganara el Cadi (carita guiñando)

Pisha.

Gracias por la atención prestada.

Saludos.
J.Verdón!