14 marzo 2008
EL GOBIERNO QUE NOS MERECEMOS
No cabe duda de que Mirabeau estaba en lo cierto cuando sentenció que "cada nación tiene el gobierno que se merece". España por segunda vez consecutiva ha votado a Zapatero como presidente de gobierno, y ahora ya no se puede decir que los ciudadanos no conociéramos la catadura y las intenciones de este sujeto: dar poder y más poder a los nacionalistas para que le permitan gobernar eternamente, arrinconado el PP y maniatado por un 'cordón sanitario', llegando a un Estado confederal 'de facto'; negociar con ETA el fin del terrorismo a cambio de conceder el eufemismo del 'derecho a decidir', esto es, el derecho a la secesión; concertar alianzas internacionales no con las democracias occidentales sino con los dictadores, golpistas, sátrapas y teócratas de toda calaña en el tercer mundo.
Todo ello trufado naturalmente de embelecos de chamarilero y narcóticos ideológicos para atontar a una gran mayoría de ciudadanos: proceso de paz, nación de naciones, alianza de civilizaciones y contrato del hombre con el planeta. Con estas sustancias estupefacientes para la mente logra arrastrar a la mayoría de los españoles a ese abismo. Pero los únicos responsables de la victoria de Zapatero son los propios ciudadanos que le votan en amplia mayoría, porque ya son mayorcitos.
Como he dicho muchas veces, Zapatero gobierna porque es el rey en este país de 'bobos', bohemios burgueses, nuevos ricos sin valores que sólo aspiran a vivir bien y tranquilos, cediendo lo que haya que ceder, a los nacionalistas sus privilegios, a los terroristas su proyecto totalitario, a quien sea lo que sea.
La mejor estampa de la España que vota mayoritariamente a Zapatero la tuvimos el sábado de reflexión, al ver a los socialistas vascos Eguiguren y López encabezar la conducción del féretro del socialista vasco asesinado por los terroristas etarras, los mismos con los que ambos dirigentes han negociado políticamente durante años en los caseríos guipuzcoanos y en la 'madraza' jesuítica de Loyola. Y la familia y el pueblo aplaudiendo a los negociadores, y abroncando a los que habían rechazado la rendición ante ETA.
Esa ciudadanía que glorifica a los que negocian con los terroristas y escarnece a los que piden su derrota es la que ha hecho presidente a Zapatero. Digámoslo claro de una vez y dejémonos de hipocresías: la mayoría de los españoles quieren vivir tranquilos, sin valores pero sin problemas, dando a los nacionalistas todos los privilegios que deseen y a los terroristas todas la secesiones que quieran.
¿Por qué no va a ser presidente de gobierno un personaje como Zapatero, cuando el mismo pueblo español ha elegido para representar a España en Eurovisión al Chikilicuatre, es decir, a un zascandil, un chisgarabís, un badulaque, un mequetrefe, un ganso, un payaso, un majadero, en definitiva, al tonto del pueblo?
Cada nación tiene el gobierno que se merece. Y Zapatero es lo que se merece esta "España de charanga y pandereta, chiquilicuatre y cía, devota de Zapatero y María, de espíritu burlón y de alma quieta".
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