02 noviembre 2007

UN PROYECTO, DOS PARTIDOS


Parece increíble que el aniversario este 1 de Noviembre de un hecho histórico en la política catalana -y por extensión en la española- como fue la emergencia triunfal partiendo de la nada de un nuevo partido político no nacionalista que consiguió tres diputados en el 'parlament' de Cataluña haya pasado desapercibido en todos los medios de comunicación.

El ruido del hundimiento -literal- de la Barcelona de Zapatero y el tripartito por un lado, y la sentencia del 11-M por otro impiden oír la celebración de Ciutadans. Pero quizá tenga algo de culpa también la desazón que nos inunda a muchos catalanes y españoles en general la deriva del proyecto inicial de 'Ciudadanos de Cataluña'. Porque el resultado de la reunión del 25 de Octubre entre Ciutadans y UPD para explorar la posibilidad de formar una coalición de cara a las próximas elecciones generales sólo puede calificarse de una manera: fracaso desolador.

No vamos a entrar en batallitas partidistas que sólo pueden blandir los dirigentes de ambos partidos, ni en decir quién argumenta mejor la desunión. Que en ésta priman los personalismos y la reciente historia de desencuentros nos lo demuestra el hecho de que muchos de los quince intelectuales impulsores de Ciutadans apoyan ahora al partido de Rosa Díez. El proyecto es el mismo, no cabe duda, porque aunque haya matices entre una propuesta electoral y otra, es seguro que más diversidad programática e incluso ideológica se puede encontrar en el seno de cada uno de los dos partidos.

La coalición electoral era un mal menor ante la cercanía de las elecciones, pero tiene razón Rosa Díez cuando afirma que si Ciutadans, el Ciutadans monocolor de Albert Rivera que salió del II Congreso, representara su ideario, no habría fundado UPD y se habría afiliado al primero. El proyecto es el mismo, pero las estrategias políticas de las ejecutivas son muy diferentes. La postura más leal al proyecto original dentro de Ciutadans la ha mostrado Antonio Robles y su corriente de Izquierda Liberal, con su manifiesto por la fusión de ambas estructuras echando por la ventana las poltronas adquiridas y los personalismos estériles. Su manifiesto sigue siendo válido y necesario, hasta el mismo día de las elecciones.

Pero me temo que la soberbia de unos y la incoherencia de otros imposibilitan la Lista Única que es necesaria para doblegar al señor D'Hont y la Ley Electoral que actúan como un verdadero cinturón de castidad político que pone muy difícil la emergencia de nuevos partidos políticos en España. Soberbia como la de Martínez Gorriarán cuando, en el mejor estilo de un Blanco o un Acebes, llama lepenista a un digno conservador del PP vasco o ningunea a la ejecutiva de Ciutadans, guste o no guste democráticamente elegida en un congreso. Incoherencia como la del ideólogo de cabecera de Albert Rivera, el catedrático Francesc de Carreras, que ha sido capaz de perpetrar una charlotada en una televisión catalana pidiendo una consulta para la secesión de Cataluña como en el Québec.

Ambos partidos saldrán perdiendo al ir por separado, pero como en la 'vida real' la selección natural hará sobrevivir al más apto. El hombre de Cro-Magnon y el de Neanderthal coexistieron durante algunos años, pero al final sólo quedó una especie. Probablemente en Marzo veremos quién ha ganado en la lucha por la supervivencia, que sin duda será el más apto, y así habrá que proclamarlo. La teoría de la Evolución, como la de la Relatividad, la del Heliocentrismo, o cualquiera otra científica, sólo es negada por fanáticos o ignorantes.

1 comentario:

C-UPD dijo...

esperemos que al final se produzca la tan deseada unión. por el bien de todos: de C´s, de UPyD, de todos los que simpatizamos con el proyecto y en general de todos los españoles.

seguiremos insistiendo desde http://c-upd.blogspot.com/