15 abril 2007

EL MANIFIESTO DE LOS RUMIANTES


Se aproximan las elecciones municipales y autonómicas, y el oligarca por antonomasia de España, el poderosísimo Jesús Polanco, comenzó la campaña electoral pro PSOE eructando en la junta de accionistas de PRISA sobre la supuesta pertenencia del PP a la extrema derecha, el guerracivilismo y la crispación.

A continuación, los intelectuales orgánicos del establishment, es decir, los seudointelectuales y artistillas que vegetan plácidamente en el cálido "establo polanquista", los rumiantes que ramonean con el pienso del Amo y del Estado, han evacuado un sedicente manifiesto en la línea marcada por el Jefe, a favor de PSOE y demonizando sin nombrarlo al PP como fascista, extremista, guerracivilista y crispador.

Estas almas benditas son ellos, los mismos de siempre; es Almudena Grandes, que ha declarado que cada mañana fusilaría a dos o tres voces; es Rosa Regás, que ha manifestado que la extrema derecha anida en el PP mientras ella, con su talante y su tolerancia proverbiales, retiraba de la Biblioteca Nacional el busto de uno de los mayores intelectuales españoles, Menéndez Pelayo; es Maruja Torres, que escribió en El País que los votantes del PP son unos hijos de puta; es Gemma Nierga, la del "dialoguen por favor con su asesino" mientras asalta la sede del PP en Córdoba; es Pedro Almodóvar, que declaró ante las televisiones de todo el Mundo que Aznar había querido dar un golpe de Estado el 11-M; es José Saramago, el defensor de la criminal y sanguinaria dictadura comunista de Cuba; es Federico Luppi, que declaró la necesidad de formar un cordón sanitario para aislar al PP al estilo de lo realizado por Hitler; es Pilar Bardem, que abraza y ofrece rosas blancas a la abogada defensora de ETA pero llama hijos de puta a los reporteros de Libertad Digital TV...

Todos estos vividores de la subvención estatal y del pienso polanquista pueden mantener si lo desean su ideología totalitaria de izquierdas, pero lo no deben hacer es transferir a una derecha democrática -como pocas ha habido en España en toda su historia- su odio, su fanatismo, su guerracivilismo, su agresividad, en definitiva, su totalitarismo leninista-estalinista más furibundo.

Estos rumiantes de estómago agradecido que viven al calor del establo con el pienso asegurado podrían comportarse de forma más pausada, dada su plácida vida mucho más cómoda que la de la mayoría de los ciudadanos españoles, que trabajamos más de cuarenta horas a la semana para sacar adelante nuestras vidas; pero estos miembros del "club de los progres muertos" encima se permiten el lujo de embestir y de dar coces a diestro y siniestro, obedeciendo a la voz de su Amo. ¡Qué asco!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, nadie es perfecto. Tampoco es para dejarlos tan verdes.