13 enero 2007

ESPERPENTO NACIONAL


El provocado por los partidos políticos españoles con motivo de la manifestación de hoy en Madrid. No hablo de la de Bilbao organizada por Ibarretxe, porque esa es la de siempre, la convocada por nacionalistas extremistas, pero no terroristas, para atraer a los compañeros de viaje -viaje hacia la confederación y la autodeterminación- y tontos útiles que antes eran sólo de IU y ahora también del PSE, y para excluir a los constitucionalistas, de los que ya tan sólo queda el PP, al menos mientras no se constituya de una vez Ciudadanos en el País Vasco.

Esperpento nacional el de Madrid, trampa organizada de forma taimada y maquiavélica por el PSOE a mayor gloria del "noqueado Zapatero" a través de sus mamporreros de la UGT, y en la que ha caído el PP de forma infantil. La trampa ha sido de manual, negándose a poner una palabra en la pancarta, y cuando la negativa se ha basado en esa solemne estupidez, admiten el vocablo y el oponente queda con el trasero al aire. El objetivo de esta manifestación no era dar cobertura a Zapatero, sino doblar el espinazo de la opinión pública, que estaba viendo a un presidente derrotado, deprimido y sin programa político, haciéndole visualizar que es el PP el extremista, intolerante y antiunitario.

El objetivo era señalar al PP como derecha extrema, como imposible alternativa democrática a Zapatero, y lo están consiguiendo por la poca cintura política de Rajoy, alentado en su rigidez por la "derecha emocional", esa derecha que hace oír su voz por la mañana pero a fuerza de gritar sus verdades puede hacerle perder las elecciones. Porque desgraciadamente se ha demostrado empíricamente que para triunfar en unos comicios no hay que decir la verdad, al menos toda la verdad, sino que hay que hacer arrumacos e incluso mentir un poco al pueblo, y decirle lo quiere oír. Por ejemplo, paz, diálogo, talante. España, tierra de conejos en fenicio, donde don Juan seduce a Doña Inés en el sofá.

Yo, personalmente, nunca iría a una manifestación cuyo objetivo revelaba ayer la tropa de famosetes, progres de salón, feministas de pasarela, cómicos de establo, bufones de cámara, en fin, esa izquierda-caviar que canta "arriba los parias de la tierra, en pie famélica legión" mientras eructa Dom Perignon trufado de burbujas de Beluga y unos polvitos de nieve. Los rumiantes que viven de nuestros impuestos, el sedicente sindicato de actores, decían ayer que "nos va la vida en crear un cordón sanitario contra esta derecha cerril, troglodita, casi gótica, para que no se adueñe del pensamiento". O sea, no se critica a los terroristas, sino que se quiere excluir a la oposición democrática. He ahí la izquierda totalitaria, nada democrática, porque se podrá criticar al PP por ser una derecha poco liberal y muy cristianodemócrata, pero nunca tacharle de extrema derecha o de fascista.

Pero un partido que representa el 40 % del electorado no puede desoír la llamada a la unidad tras un atentado terrorista, aunque sepa que es una maniobra del gobierno. Porque al no presentarse, va a ser linchado mediáticamente y va a permitir que el boxeador sonado se levante del ring mientras el público abuchea al púgil aparentemente marrullero. El PP tenía que elegir entre lo malo -acudir a la manifestación- y lo peor, no presentarse permitiendo así la "resurrección" del desaparecido Zapatero.

Pienso que acierta el Partido de la Ciudadanía presentándose en la manifestación de Madrid y no en la de Bilbao, que acierta el diario EL MUNDO cuando aconseja la presencia del PP en Madrid, y que se equivocan los asesores de Rajoy. Pero esto es tan sólo un partido, la liga es muy larga, y tiempo habrá para desenmascarar ante la opinión pública que Zapatero pretende seguir dialogando con ETA y sus portavoces políticos, a la luz o en los umbríos caseríos vascos, al menos para evitar que haya más muertos antes de las elecciones de Mayo. Así le ha aconsejado el negociador Eguiguren, el que sabe y por eso no habla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jo! por qué has dejado de escribir? he llegado hasta tu blog por casualidad, pero me ha gustado lo que he leído y me considero dentro de tu opinión. Bueno, pues si algún día lees esto, felicitarte por tu postura firme y coherente. Besos.