03 junio 2006

EL TERCER PARTIDO


Ilustrativo este post del blog Radicalmente liberal. Recomiendo vivamente su lectura y la de todos los links que ofrece.

El liberalismo, como el izquierdismo, cada uno lo entiende a su manera, son definiciones polisémicas que si no van acompañadas de adjetivos y todo tipo de complementos, no quieren decir ya nada.

Pero ante el sectarismo de los dos principales partidos españoles, un PP que aunque defiende la España del consenso del 78 está anclado en buena medida en el nacional-catolicismo tradicional de la derecha aunque se disfrace de liberal, y un PSOE completamente volcado en el izquierdismo posmoderno, nacionalista, cantonalista, indigenista, multiculturalista, relativista...

... el abajofirmante echa en falta un partido como el que puede llegar a ser el PARTIDO DE LOS CIUDADANOS, cuyo embrión parece ser Ciudadanos de Cataluña. Un partido que entre el PP y el PSOE una a los ciudadanos españoles que defienden los valores de la Ilustración: ciudadanía, libertad, igualdad, laicismo, bilingüismo, constitucionalismo.

Llámenlo como quieran, liberalismo progresista, radicales, republicanismo cívico, liberal-socialismo...

Yo le llamo PROGRESISMO CÍVICO.

Los españoles necesitamos una tercera vía. Un tercer partido. Una fuerza política que centre a los dos grandes, e incluso que pacte con uno o con otro según las circunstancias electorales, para impedir que uno u otro se vea obligado a formar gobierno bajo la bota de los enemigos de la libertad y de la igualdad, con los nacionalistas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

EL problema no es la existencia o no de un partido. Le espero mucho éxito a esta iniciativa pero el problema está en el sistema, basado en la soberanía de los partidos en el parlamento, no en la de los ciudadnos.

Estos, hemos estado votando creyendo que nos hacíamos un favor, pero estabamos cediendo nuestra sobreanía a unos señores que no nos dejaban ni elegir los diputados, nuestros representantes.

No sé como desde dentro de esta mentira podrán lograrlo sin asentar aún más la misma. La necesidad de ruptura es enorme.

un cordial saludo