27 mayo 2006

LA IZQUIERDA-BASURA


Uno de los iconos de la televisión del grupo PRISA, la Cuatro, es ese individuo cuyo mérito artístico consiste en bajarse los pantalones a la vista de todos los telespectadores que tengan el mal gusto de ver su programa, un tal Boris Izaguirre. Naturalmente este personaje es muy rojo, muy progre y muy de izquierdas, o al menos así lo cree él, como el imperio mediático que le da el sustento. Desde luego enseñar el culo en televisión y hablar de temas-basura como los relacionados con cualquier víscera más que con el llamado corazón, tiene poco que ver con lo que significa el concepto político de la izquierda desde su nacimiento con la Revolución francesa, es decir, con la Ilustración, con el Racionalismo, con el Empirismo, con las Valores Universales, con el Progreso.

Pero si teníamos claro que este sujeto producto nauseabundo del posmodernismo era un prototipo de la izquierda-basura por ganar dinero, mucho dinero, rebozándose entre las inmundicias televisivas, sus declaraciones acerca de que “el PP era más antidemocrático que ETA”, una afirmación merecedora de pasar a formar parte de la borgiana Historia Universal de la Infamia, nos demuestra que esa izquierda-basura estética es también una izquierda-basura ética.

También de esa miasma ha surgido esa seudoprogresía de artistillas que celebran con el reparto de rosas blancas la declaración de tregua por parte de ETA, mientras jamás se conmovieron por el asesinato de novecientos ciudadanos a manos de esa organización terrorista ni ofrecieron rosas blancas por las calles del País Vasco a los colaboradores de los etarras. La misma izquierda-basura ética.

Y eso es todavía es mucho más grave. Porque de ese “caldo primordial” de la izquierda-basura ética ha surgido nuestro AS, el Adolescente Solemne que nos conduce entre palabras huecas hacia el vacío ético total.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué horror, esto no es la izquierda basura, es la derecha basura. O sea que el bueno de Boris es un objetivo a batir en nombre de la Ética, y todo ello se dice sin que le salgan coloretes en la cara al necio de turno. Haga el favor de ir a los males del mundo de cabeza y dejarse de mamonadas, amigo. Cínico.