14 abril 2006

LA REPÚBLICA Y EL FUTURO


El que coincida el septuagésimo quinto aniversario de la proclamación de la Segunda República con la deriva cantonalista de Zapatero no es una buena noticia. Tenemos que mirar al futuro y no al pasado, y ahora lo que interesa no es discutir de nuevo sobre las bondades y las miserias de aquella fase de la historia de España, sino sobre la política de ZP de alianza con los nacionalistas catalanes y vascos para reconvertir la España del consenso, la España constitucional del 78, en una nueva España cainita, guerracivilista y partida en dos, donde el sectarismo ideológico triunfa sobre la moderación ideológica y el consenso en los temas de Estado.

Para mí la proclamación el 14 de Abril de 1931 de la República Española es motivo de orgullo, como ciudadano español, sí, porque tras la dictadura monárquica de Primo de Rivera la república significaba una explosión de libertad, de igualdad, de solidaridad, de civismo, de laicismo, de justicia. Así la saludaron la mayoría de los intelectuales españoles, desde Ortega y Gasset a Azaña.

Pero el desarrollo a partir de 1934 de la Segunda República me resulta motivo de preocupación, desengaño y alerta, como también resultó así para esa mayoría intelectual que repudió la deriva sectaria y guerracivilista republicana. La República dejó de ser un espacio de libertad y de consenso para ser el arma de revancha de la España oprimida hasta entonces contra la otra España. Ese sectarismo republicano resultó ser la gasolina necesaria para que la extrema derecha española incendiara España con el alzamiento fascista, y todo acabó como acabó porque los moderados de derechas y de izquierdas eran minoría frente a los fundamentalistas ideológicos.

Justamente ese sectarismo de izquierdas que representa Zapatero, síntesis del fanatismo ideológico de Largo Caballero y de la alianza desde la debilidad con los nacionalistas de Azaña, es lo que está desmontando la España del 78, que con todos sus defectos supuso el triunfo por primera vez en la historia de la moderación sobre el sectarismo, el triunfo de una mayoría de españoles que renunciaban a parte de sus opciones para convivir en libertad y en paz.

¡Confiemos en que los ciudadanos españoles hayan aprendido las lecciones de la historia e impidan a ZP arrastrarnos otra vez hacia el abismo de la lucha fraticida!

1 comentario:

Anónimo dijo...

De verdad la que se va a liar y el Zapatero en Rusia