05 febrero 2006

LA YIHAD EN MARCHA


Las caricaturas de Mahoma se publicaron en un diario danés en Septiembre pasado, es decir, hace casi cinco meses. El que la turbamulta islamista desde África hasta el extremo oriente asalte, ataque, incendie y agreda a todos los símbolos -incluídas las personas- de Occidente no es, pues, fruto de una reacción emocional inmediata, sino de una planificación minuciosa del Estado Mayor de la Yihad.

El islamismo, el nazismo del siglo XXI, ha declarado la yihad, la guerra santa a Occidente hace años; antes incluso de la matanza del 11-S, y por supuesto de las masacres de Madrid y Londres. La yihad se empezó a incubar en Irán con el protegido por Francia Jomeini en 1979, con la protegida por EE.UU. Arabia Saudí, y por el nido de víboras anterior a Afganistán que fue y sigue siendo Pakistán.

Las mejores cabezas de la intelectualidad europea que no han sido narcotizadas por el relativismo cultural de la izquierda posmoderna lo han denunciado. Ahí están las advertencias de Henri-Lévy, Glucksmann, Finkielkraut, Fallaci, Sartori...

No es una guerra de religiones, ni siquiera es una guerra de civilizaciones. Es la eterna guerra entre la Reacción y la Modernidad, es la eterna guerra entre la teocracia y la democracia, es la eterna guerra entre el oscurantismo y la Ilustración, es la eterna guerra entre la sumisión y la libertad. El islamismo ha declarado la guerra a la civilización occidental por liberal, por igualitaria, por cívica, por racional, por científica. El islamismo pretende que rija la sharia, la sumisión del individuo y de la política a unos clérigos que dicen hablar en nombre de un Dios. Esto es tan viejo, tan viejo, que Europa lo superó hace más de doscientos años.

Nuevamente hubo un intento de dinamitar la Modernidad en el corazón de Europa hace 50 años, en nombre esta vez no de Dios, sino de una Raza, de una Nación Aria. Europa se dejó seducir por la política del apaciguamiento, del desistimiento, del pacifismo; la Bestia se fue alimentando más y más, y al final eso costó 20 millones de muertos.

También ahora los profetas del posmodernismo claman por el apaciguamiento, el desistimiento, el pacifismo; muchos políticos e intelectuales europeos no se quieren enterar de que el islamismo ya ha declarado la guerra, la yihad, a Occidente. Peor para todos nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Debo felicitarle nuevamente Capitán
por la claridad de las ideas expuetas.
Sin embargo poco resquicio para la esperanza. La Masa no piensa, ya lo dijo Ortega
Ha comenzado el principio del Fin

Anónimo dijo...

Hola Capi, te conozco por el blog de Arcadi, estoy de acuerdo con tus opiniones, pero siento que navegamos contra corriente.

La mayoría de la gente no se quiere enterar de lo que nos jugamos, gracias a la nauseabunda propaganda del buen rollito y de llamar racistas a todos los que denuncian estas cosas.

Te mando un abrazo desde Madrid, y te recomiendo un libro que estoy leyendo: POR AMOR A CATALUÑA, de Eduardo Goligorsky, que trata de otro asunto que conocerás bien.